El Partido Laborista habría logrado una aplastante victoria en las elecciones parlamentarias celebradas este jueves en Reino Unido. Según un sondeo de boca de urna de la BBC, ITV y Sky, el espacio de centroizquierda alcanzó las 410 bancas, contra 131 de los conservadores y 61 los liberal-demócratas. El Reform UK tendría 13 bancas.

Tras haber convocado las elecciones meses antes de lo previsto, el primer ministro conservador, Rishi Sunak, abandonó en las últimas semanas su llamamiento a una quinta victoria consecutiva de los conservadores y pasó a pedir votos que evitaran una “supermayoría” laborista en el Parlamento.

De este modo, el Partido Conservador, inmerso en luchas intestinas y sumido en una profunda crisis, con tres primeros ministros en menos de dos años, solo se puso como objetivo intentar que no se consumara una debacle histórica.

Laboristas, a las puertas del poder en Reino Unido

Los laboristas contaban con hacerse con más de la mitad de los escaños de la Cámara de los Comunes, en unos comicios en los que se elegían a 650 diputados, en representación de cada una de las circunscripciones del Reino Unido.

El miedo a una derrota vergonzosa hizo que el ex primer ministro Boris Johnson, un personaje con mucha llegada entre los conservadores, hiciera su primera aparición en la campaña electoral el martes, a dos días de los comicios.

Tras 14 años en el poder, los conservadores sufrieron una dura derrota 

Sunak llegó al cargo en octubre de 2022 tras un desastroso mandato a nivel económico, de apenas 49 días, de Liz Truss, que había sustituido a Johnson, envuelto en un escándalo de fiestas en su residencia oficial durante la pandemia de coronavirus SAR-CoV-2, cuando regían restricciones de reunión.

Sunak destacó en la campaña que redujo la inflación del 11% al 2% interanual en los menos de dos años que lleva en el cargo. Pero el electorado conservador parece desencantado con los tories. El Brexit en 2020 y sus consecuencias para la economía británica, la pandemia y el aumento del costo de vida incidieron en la caída conservadora.

Keir Starmer, ex fiscal jefe de Inglaterra y Gales, tomó por su parte el relevo del veterano socialista Jeremy Corbyn en el laborismo después de que este sufrió en 2019 su peor derrota en 84 años, y lo llevó de nuevo al centro.

Sunak, con las encuestas desfavorables, buscó votos acusando repetidamente a Starmer de que subirá los impuestos. “No habrá ningún aumento del impuesto sobre la renta, la seguridad social o el IVA”, replicó Starmer, que en su campaña destacó que solo subirá las tasas a ciertos contribuyentes, entre ellos escuelas privadas o empresas del sector de hidrocarburos, pero no a los trabajadores.