En febrero pasado, Ricardo Quintela, gobernador de La Rioja, declaró que esa provincia no podía cumplir con los compromisos con los tenedores de títulos dolarizados. A la falta de dólares para cumplir el vencimiento se le agregó la indisponibilidad de recursos. Adujo que el ajuste aplicado por la gestión del presidente Javier Milei redujo los fondos de coparticipación federal que, a su vez, le dificultaba la atención de los servicios y programas esenciales del Estado. El mandatario riojano vaticinó que esa situación se observaría en otros distritos del país. El año pasado, solo 11 de las 24 jurisdicciones subnacionales cerraron el ejercicio con déficit financiero. Las otras 13, entre ellas Tucumán, mostraron un rojo fiscal en sus cuentas. Sin embargo, la tempestad no recayó sobre ellas. Hoy La Rioja vuelve a poner en el tapete el uso de una cuasimoneda, después de más de dos décadas de aquel rescate de bonos que hizo Néstor Kirchner para sanear la economía y para darle al país una normalidad monetaria.
“El Gobierno de La Rioja decidió poner en circulación el Bono de Cancelación de Deudas (Bocade), un instrumento financiero que tendrá un valor de 1 a 1 con relación al peso argentino y permitirá potenciar el circuito financiero local, reactivando la economía y el consumo”, argumenta el Poder Ejecutivo de esa provincia al lanzar la moneda que tiene como imagen al caudillo Ángel “Chacho” Peñolaza. Los funcionarios riojanos cobrarán desde este viernes parte de sus salarios con los Bocade (la misma denominación que tuvieron los tucumanos). El gobernador, la vicegobernadora, secretarios y subsecretarios percibirán $ 100.000 en Chachos y los directores generales $ 50.000.
Los “Chacho” son un globo de ensayo para esta nueva etapa de las finanzas públicas provinciales. Sin embargo, el “efecto contagio” no cundirá entre las provincias. ¿Las razones? El Gobierno nacional no dará su aval para tal experiencia, como tampoco puede llegar a asistir a La Rioja para rescatar su cuasimoneda. Es una experiencia financiera en soledad.
Así, las provincias tendrán que hacer el esfuerzo fiscal necesario para vivir con lo que recauda y restringir el gasto público. En esa línea, las transferencias coparticipables volvieron a caer en junio, en torno de un 12%. Y eso no fue todo. El giro de recursos discrecionales ha descendido, en términos reales, un 81% durante junio.
En La Rioja entraron en circulación los “Chachos”: cómo son y cuánto valenRespecto de los envíos pagados, Mendoza cerró junio con alzas de 8,7%, la única del país.
Entre el resto de los distritos, la caída más leve se observó en Chubut (-3,5%) y las más fuertes en La Rioja, Chaco, San Juan, Santiago del Estero y Formosa, donde fue superior al -99% en cada caso, según Politikon Chaco. La baja real de partidas para Tucumán ha sido del 97,7%.
Vencimientos de deuda: los títulos públicos provinciales
En el sexto mes de 2024, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires enfrentaron vencimientos de títulos públicos por un total de $ 432.515 millones (total pesificado que incluye vencimientos en moneda extranjera, convertido a su Tipo de Cambio correspondiente), un volumen que es 300,6% superior a lo operado en el mismo mes de 2023 y +79,5% respecto de mayo pasado.
En este mes de análisis, el 53% de los vencimientos del mes correspondieron a Letras y el 47% restante a Bonos. Además, al desagregar los vencimientos según moneda de pago, el 59% fueron en pesos (por $ 256.721 millones, mientras que el 41% de los vencimientos fueron en moneda extranjera (por U$S 195 millones).