La tensión diplomática entre Brasil y Argentina ha aumentado debido a las declaraciones hostiles del presidente argentino, Javier Milei, hacia su homólogo brasileño, Lula da Silva, a quien llamó "comunista" y "corrupto". La ausencia de Milei en la cumbre del Mercosur en Asunción, donde será representado por su canciller Diana Mondino, ha sido lamentada por las autoridades brasileñas, aunque no impedirá el avance en la toma de decisiones del bloque.

Gisela Padovan, secretaria para América Latina y el Caribe de la cancillería brasileña, calificó de "políticamente lamentable" la decisión de Milei de no asistir a la cumbre. A pesar de ello, aseguró que "la cumbre ocurrirá" y se firmará "todo lo que haya para firmar". Esta postura refleja las tensiones elevadas tras los recientes intercambios de declaraciones entre ambos presidentes, con Milei intensificando sus críticas hacia Lula.

El presidente argentino también planea visitar Brasil para participar en la Conferencia Política de Acción Conservadora, junto al expresidente Jair Bolsonaro, aunque no se ha confirmado oficialmente su presencia ni un encuentro con Bolsonaro. Durante la cumbre, se espera concretar el ingreso de Bolivia como miembro pleno del Mercosur, a pesar de que el parlamento boliviano aún debe aprobar el protocolo de adhesión.

El conflicto diplomático entre Lula y Milei no es el único desafío internacional que enfrenta el presidente argentino. El mandatario boliviano, Luis Arce, también ha criticado a Milei por sus declaraciones, acusándolo de perturbar las relaciones internacionales en la región. Arce expresó su preocupación por la actitud conflictiva de Milei, señalando que sus comentarios han afectado las relaciones con varios países vecinos y no contribuyen a un buen vecindario.