Pareciera una tarea sumamente mundana, sin embargo tiene grandes efectos en el funcionamiento de nuestro cerebro. Tender nuestra cama puede afectar a nuestra salud mental.

Qué significa que te cueste levantarte de la cama, según la psicología

Tender la cama es una actividad que tiene mucho más significado de lo que parece a simple vista. Más allá de estirar las sábanas y darle forma a las almohadas, arreglar la misma puede tener grandes beneficios para nuestra salud física, mental así como nuestro bienestar emocional.

¿Cuáles son los efectos de una cama tendida en el cerebro?

Primeramente hacer nuestra cama establece un cierto sentido de orden y organización inmediato. Cuando nos levantamos y lo primero que vemos es nuestra cama tendida, esta puede sentar un tono positivo para todo el día, ya que crea un espacio visualmente placentero, libre del caos que una cama desorganizada puede causar en nuestro cerebro.

La productividad puede verse afectada por cómo arreglamos la cama.

El acto de tender la cama puede ser interpretado por nuestro cerebro como un sentido de control sobre los medios en los que nos movemos, instalando también la calma y reduciendo el estrés. Incluso el acto de tender la cama puede afectar a cómo nos desempeñamos en las otras actividades de nuestro día, y afectar a las distintas áreas de nuestra vida, ya que aumenta nuestra productividad al considerar que hemos completado una tarea en el día, lo que puede resultar un efecto dominó en la conquista de objetivos de toda la jornada.

Mejorar el sueño y una autoestima más alta, los efectos de tender la cama

Llegar a casa y ver la cama tendida puede activar nuestro humor y contribuir a una mentalidad más positiva durante el día. Una simple tarea puede disponernos al éxito en todo la jornada. También es considerado un acto de alta autoestima debido a que al cuidar los espacios que habitamos, enviamos un poderoso mensaje a nuestra mente, interpretando que valoramos los lugares propios.

¿Cómo afecta a nuestra autoestima tender la cama?

El mantener una cama ordenada puede tener un efecto positivo en nuestra calidad de sueño, potenciando el descanso y haciendo de esta fase de la jornada una más reconfortante. Por último a través de la organización de nuestra cama, podemos crear hábitos saludables. Esto puede potenciar la formación de nuevas rutinas que ayuden al crecimiento personal y a otros cambios positivos en la vida.