Todos los medios de comunicación muestran que muchos argentinos están en los Estados Unidos alentando a la Selección. Si partieron desde tierras “albicelestes”, esos que vieron como la Scaloneta clasificó a los cuartos de final del torneo, ya gastaron varios millones de pesos. Seguramente, habrá alguno que tenga el impetuoso deseo en estas horas de armar el viaje hacia Houston, Texas, donde los campeones del mundo enfrentarán el jueves a Ecuador por un lugar en las semifinales. Para eso, saliendo desde nuestra provincia, un fanático necesitará al menos 5,5 millones de pesos.

Como los que están allá, los que emprendan el periplo ahora gastarán también, y más, un par de millones de la moneda nacional. Para ver al seleccionado nacional contra Canadá en Atlanta, el viaje rondó los 5 millones de pesos. Avión ida y vuelta, entradas y alojamiento conformaban el paquete. El estimativo en el resto de los partidos de la fase A del certamen tuvo una inversión de unos 5,3 millones de pesos ante Chile en Nueva Jersey y de 4,4 millones, en Miami, donde Argentina enfrentó a Perú.

Las rondas eliminatorias comienzan y los precios, especialmente el de las entradas, varían. Cruzando los dedos y haciendo uso de todo lo que atraiga la buena suerte, el viaje comenzaría en Buenos Aires en caso de haber disponibilidad de vuelos hacia la ciudad donde está el NRG Stadium. Solo una aerolínea ofrece el viaje (ida y vuelta) sin escalas con una base de 5.899.504 millones de pesos.  El avión despega mañana a la noche y luego de casi 10 horas y media aterrizará en el aeropuerto internacional George Bush de Houston.

La otra opción que es más económica, con escalas en Ecuador y Costa Rica, cuesta 2.497.486 millones. El tiempo en el aire es un de un poco más de 14 horas.

Una vez en destino el traslado en taxi o vehículo pedido desde alguna aplicación telefónica, hacia el centro, ronda los 50 dólares, según la demanda. Tomando como punto final la zona en la que se sitúa el estadio, a 30 kilómetros del centro, se puede llegar con transporte público con la línea 700 del MetroRail por dos dólares en 40 minutos. La línea 102 del autobús Metro lleva directamente al centro por 1,25 dólares en aproximadamente una hora.

La ciudad no tiene subte pero sí, muchos ómnibus. El servicio local circula principalmente por las calles del centro con paradas en cada esquina. La tarifa por trayecto es de 1,25 dólares. Si son dos o tres personas, la opción más conveniente es el taxi. La ciudad tiene una tarifa plana de seis dólares para todos los tramos en el centro de la ciudad que se aplica en cualquier lugar dentro  de lo que se conoce como Distrito Central de Negocios.

Con respecto a las entradas, mientras que para los partidos de grupo costaron entre 215 y 1.150 dólares (entre 200.000 y un poco más de un millón de pesos a cambio oficial), en los cuartos de final los precios para ver a la Scaloneta van desde 620 hasta más de 1.240 dólares, dependiendo de la ubicación en el estadio.

Alojamientos

Quizás el único punto en el que la billetera recibirá un poquito de cariño, es en el del costo de vida de los días u horas que el simpatizante se quede en la ciudad. Sucede que Argentina viene de jugar en Nueva York, que tiene uno de los índices de precios más elevados de la nación. La zona en la que el equipo de Lionel Scaloni jugó es un punto que proporciona acceso a ciudades importantes. En tanto, Houston se destaca por su economía diversificada, costos más bajos y una oferta de hospedaje más amplia y “amigable” con el bolsillo. Dos noches en un hotel de una estrella, se pueden conseguir por unos $ 66.000 según lo que ofertan las webs. Un hospedaje de cinco estrellas en una ubicación preferencial de la ciudad, también por dos noches, cuesta $ 753.780.  

Siempre adoptando la filosofía “gasolera”, lo más accesible en cualquier ciudad estadounidense son las comidas rápidas a cualquier hora. Ahí también, comparado a los partidos anteriores, el costo de una hamburguesa, por ejemplo, es inferior. Mientras que en las zonas neoyorquinas se pagó entre 12 y 17 dólares y en Miami hasta 22, en Houston la minuta se puede conseguir entre 8 y 10 dólares. Un menú completo en un restaurante en el centro de la ciudad, con bebida incluida, tiene un costo de 18 dólares.

Si el paladar quiere conocer la comida típica del lugar hay que avisarle que sentirá una fusión cultural con los alimentos. Lo que pasa es que, al estar tan cerca de México, la influencia de ese país se manifiesta en las mesas. Denominada “comida Tex-Mex”, lo que se come incluye las fajitas, enchiladas, tacos y burritos; todo económico y sabroso.

La barbacoa texana es la que pica en punta. Incluye la costilla ahumada, el brisket o el pulled pork y en los lugares más populares se venden las porciones por peso que van desde los siete dólares.

Los cangrejos de río o crawfish son un manjar popular y una salida bastante jocosa para disfrutar ya que además se comen con las manos. Los cangrejos de río se hierven con especias. El precio es el mismo que las porciones de barbacoa, pero hay varios lugares que al estilo “tenedor libre” ofrecen el menú por 60 dólares.

Con una base primordial de arroz y caldo, el gumbo es un guiso típico. Se elabora con un caldo espeso a base de harina y grasa, pollo, salchicha y mariscos, como camarones y cangrejos. En la presentación final, no puede faltar el pan de maíz. Su elaboración es más refinada, se come en copas de cerámica por lo que es más costoso en los restaurantes: mínimamente habrá que pagar unos 4.000 pesos.