FRANJA DE GAZA, Territorios Palestinos.- Israel bombardeó ayer el sur de la Franja de Gaza después de que milicianos palestinos lanzaran una andanada de proyectiles contra su territorio, tras casi nueve meses de guerra entre el movimiento islamita palestino Hamas y las tropas israelíes.
El ejército ordenó horas más tarde la evacuación de varios sectores del sur de la Franja de Gaza, de donde, en mayo, ya huyeron de los combates cientos de miles de palestinos.
Numerosos residentes abandonaron las localidades de Al Qarara, de Bani Suheila y de otras ciudades en el este de Jan Yunis y de Rafah, tras recibir la orden de evacuación.
Las Brigadas Al Quds, brazo armado de la Yihad Islámica, admitieron que lanzaron una andanada de cohetes hacia Israel, “en respuesta a los crímenes del enemigo sionista contra nuestro pueblo palestino”.
El ejército israelí reportó que detectó cerca de 20 proyectiles provenientes del sector de Jan Yunis, en Gaza, y afirmó que algunos fueron interceptados.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que sus tropas siguen librando una dura batalla en la Franja de Gaza, azotada por la guerra que estalló tras el ataque sin precedentes de Hamás el 7 de octubre en el sur de Israel.
Tras lanzar una ofensiva terrestre de represalia en el norte de la Franja, el ejército israelí se dirigió progresivamente hacia el sur, ordenando la evacuación de las zonas que atacaba.
Las tropas israelíes lanzaron el 7 de mayo una operación terrestre en Rafah, en el sur, en la frontera con Egipto, con el objetivo de combatir lo que consideran el último gran bastión de Hamas, ofensiva que desató un éxodo de un millón de palestinos.
En las últimas semanas, los combates se intensificaron en varias regiones que el ejército afirmaba que controlaba, especialmente en el norte, mientras continúa la ofensiva terrestre en Rafah.
El ejército israelí lanzó hace cinco días una operación en el barrio de Shujaiya, en el este de Ciudad de Gaza, donde ayer arreciaban los combates.
La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios calcula que unas 80.000 personas huyeron del este y el noreste de Ciudad de Gaza desde que el ejército israelí ordenó la evacuación.
“Graves torturas”
Israel liberó el lunes a decenas de palestinos presos, entre ellos el director del hospital Al Shifa de Ciudad de Gaza, Mohamed Abu Salmiya, detenido en noviembre, y retornaron al territorio palestino. Salmiya denunció haber sido sometido a graves torturas durante su detención y afirmó: “muchos presos murieron en los centros de interrogación y fueron privados de comida y medicinas”.
El conflicto estalló el 7 de octubre, cuando milicianos islamitas mataron a 1.195 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251 en el sur de Israel.
Gaza es un cementerio de niñosEl ejército israelí estima que 116 personas permanecen cautivas en Gaza, 42 de las cuales habrían muerto. En respuesta, Israel lanzó una ofensiva que ya ha dejado al menos 37.900 muertos, también civiles en su mayoría, en Gaza, según el Ministerio de Salud del gobierno de Hamas, que está en el poder en este territorio desde 2007.
Las negociaciones para una tregua están estancadas. Israel insiste en seguir la guerra hasta la “aniquilación” de Hamas y la liberación de los rehenes. El grupo palestino exige un cese del fuego permanente y la retirada de las tropas israelíes de Gaza.
Sarna, varicela, hepatitis
La guerra ha provocado un desplazamiento masivo de la población palestina y una catástrofe humanitaria en este territorio, sometido a un cerco por Israel casi desde el inicio del conflicto.
La ayuda humanitaria entra con cuentagotas y los 2,4 millones de habitantes de Gaza sobreviven en duras condiciones. Miles de niños sufren desnutrición, según la Organización Mundial de Salud (OMS).
En el campamento de desplazados de Deir al Balah, en el centro del territorio, el farmacéutico Sami Hamid reportó un aumento de las infecciones cutáneas, como la sarna, y afirmó que hay muchos casos de varicela y hepatitis, que probablemente están vinculados a las aguas residuales sin tratar que corren junto a las carpas.