Ezequiel Centurión, actual arquero de River, estaría cerca de llegar a Atlético Tucumán en este mercado de pases de cara a la segunda parte de la Liga Profesional. Esta posibilidad no es sólo un movimiento significativo para las aspiraciones de sumar minutos que tiene el arquero, sino que también tiene un trasfondo familiar que conecta al joven arquero con Tucumán y que para muchos es una historia desconocida.

Si bien Centurión nació hace 27 años en Cipolletti, su abuelo y su papá vivieron en nuestra provincia en distintas épocas y se enamoraron del norte argentino a pesar de ser sureños.

La conexión del arquero con Tucumán se remonta a las décadas de 70 y 80, cuando su abuelo, Rafael Centurión, vivió en San Miguel de Tucumán mientras trabajaba en el Banco Empresario -luego se convertiría en Banco Macro-. Sí, lejos del mundo de la pelota, su abuelo plantó raíces durante varios años como gerente bancario y con Rafael Centurión (h), que había nacido en Misiones, todavía muy joven.

Más tarde el papá de Ezequiel tomó la decisión que -probablemente por estas horas- hace mirar a “Eze” con cariño hacia Tucumán. Rafael (h), luego de su paso como arquero en Huracán de Tres Arroyos, decidió mudarse a Tucumán para convertirse en arquero del "decano", y aquí pasó varios años durante la década de 90.

EN EL SUR. Rafael Centurión y su esposa tienen un local comercial en Río Negro.

Según afirman los sitios de estadísticas, Centurión atajó 53 partidos en el “decano” entre 1991 y 1995. Luego su carrera continuó en Cipolletti (allí nació Ezequiel en 1997) y en San Martín de Monte Comán.

Los inicios de Centurión en el arco

La historia de Ezequiel en el fútbol comenzó a escribirse desde joven. En octubre de 2009 Ubaldo Matildo Fillol, una leyenda del arco argentino, lo vio en una prueba en River y lo animó a quedarse en Buenos Aires para continuar su formación. “Eze” no se acostumbró a la “gran ciudad” y, con 12 años, prefirió volver al sur. Tres años después, Fillol lo encontró de casualidad atajando en unas canchas de Río Negro y volvió a insistirle con que se mudara a la pensión “millonaria”. El ahora arquero lo escuchó pero no se mudó a Buenos Aires hasta el 2014.

En River comenzó como el cuarto arquero de la Sexta División y tuvo que trabajar arduamente para demostrar sus condiciones. Según contó él mismo, su padre le transmitió los primeros consejos sobre el puesto. "A los chicos les digo que no pierdan el sueño. Yo no llegué acá por ser un genio ni nada de eso; sino por el esfuerzo y por dejar todo en los entrenamientos. Si uno hace lo que le gusta y le mete mucha garra, nada es imposible", aseguró hace unos meses Ezequiel, cuando jugó un par de partidos consecutivos en River.

En 2021, decidió salir a préstamo a Estudiantes de Buenos Aires. Este movimiento fue crucial para su desarrollo profesional. En el "pincha" de Caseros jugó 32 partidos, recibió 28 goles y mantuvo su arco invicto en 14 ocasiones. Aunque significaba un descenso de categoría, supo que esa experiencia le serviría para crecer. "Lo de Estudiantes fue muy lindo. Era todo un cambio porque River es muy grande y bajar de categoría no es sencillo. Pero yo estaba muy metido y sabía que tenía que jugar bien. Me sirvió mucho y hoy me siento distinto en el arco", comentó meses después de esa experiencia.

En el “decano” se ilusionan con convencerlo de que se mude al norte. La negociación no es fácil y en Atlético aseguran que el operativo seducción comenzó hace varias semanas. Ahora, la llegada de Jeremías Ledesma al plantel de Martín Demichelis parece allanar su salida. Eso sí, Centurión también tendría una oferta del ascenso del fútbol español.

La propuesta de Atlético es más austera que la europea, pero en 25 de Mayo y Chile hay confianza. Además de lo sentimental, sostienen que Ezequiel quiere sumar minutos en una liga competitiva porque pretende demostrar su jerarquía, y Atlético aparece como una buena opción. EL "decano" ofreció un préstamo por 18 meses con opción de compra.

Esta movida no solo reforzaría al "decano" con un arquero de calidad, sino que también uniría pasado y presente, en una historia de esfuerzo y dedicación que continúa escribiéndose en el seno de la familia Centurión que tiene raíces en Tucumán.