Un primero de julio de 1974, moría Juan Domingo Perón, tres veces presidente de Argentina, y uno de los políticos más influyentes de la historia del país. Una figura que, además, tuvo una relación muy cercana con el deporte. Incluso, estuvo muy cerca de participar de los Juegos Olímpicos.
Militar de carrera, Perón aprendió esgrima durante sus años en el Ejército, y empezó a desarrollar un gran talento en la disciplina. De hecho, entre 1918 y 1928, fue campeón militar y nacional en la modalidad de espada en varias oportunidades.
Sus grandes resultados lo llevaron a ser tenido en cuenta para los Juegos Olímpicos de París 1924. Esa fue la primera edición del evento en la que Argentina presentó una delegación como país, y no deportistas aislados. 77 deportistas participaron del evento, y aunque estuvo cerca, Perón finalmente no participó.
¿Cuál fue la razón? Nunca quedó del todo claro, aunque hay dos alternativas que se barajan como posibilidades. Por un lado, se rumoreaba que Perón, por entonces teniente, no recibió la autorización del ministro de Guerra, Agustín Justo, bajo el argumento de que había muchos otros militares argentinos en Europa.
Otra explicación indica que la decisión de no participar fue directamente de Perón, por estar en desacuerdo con que la capitanía de la delegación estuviera en manos de Pedro Nazar Anchorena, amigo del por entonces presidente Marcelo T. De Alvear.
Sea cual sea la versión correcta, lo concreto es que Perón fue reemplazado en la delegación por Alberto Lucchetti, hijo de José Lucchetti, maestro de Perón en el Ejército. Y Perón, luego volcado a la política, no volvió a tener la oportunidad de representar al país en un evento deportivo.