FRANJA DE GAZA, Territorios Palestinos.- Israel volvió a confrontar con la Organización de las Naciones Unidas al llamar “engañoso” y “sesgado” un informe que afirma que medio millón de habitantes de la Franja de Gaza corren riesgo de hambruna “catastrófica”.

Alrededor de 495.000 personas en Gaza, 22% de la población, viven “niveles catastróficos de inseguridad alimentaria aguda”, según el informe del Marco Integrado de Clasificación de la Seguridad Alimentaria (IPC) publicado esta semana.

El IPC señaló en marzo que un mayor acceso a la ayuda humanitaria había evitado una temida hambruna en el territorio palestino, confrontado desde hace ocho meses a la ofensiva militar y al férreo cerco israelí.

El informe del martes indica que otras 745.000 personas se enfrentan a una situación de urgencia en materia de seguridad alimentaria.

“Ese informe es muy engañoso. Está sesgado”, principalmente porque “se basa en datos que provienen de instituciones sanitarias de Hamas”, el movimiento islamita palestino que gobierna la Franja de Gaza desde 2007, declaró el portavoz del gobierno israelí, David Mencer.

Hamas proporciona datos sobre el conflicto, en especial sobre el número de muertos, rechazados por Israel pero difundidos por medios internacionales y por organizaciones humanitarias. “Las acusaciones sobre la hambruna (...) en Gaza no tienen fundamento”, añadió Mencer. “Su principal objetivo es, por supuesto, ejercer presión sobre Israel”, subrayó.

Panorama sombrío

El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PMA) consideró que este nuevo informe esboza “un panorama sombrío de hambre persistente”. “El aumento de las entregas de comida en el norte [de Gaza] y los servicios de nutrición contribuyeron a reducir los niveles de hambre más graves, pero con una situación aún desesperada”, subrayó el PMA.

Gaza es un cementerio de niños

El IPC es una iniciativa con más de 20 socios, entre ellos gobiernos, agencias de la ONU y organizaciones humanitarias.

Israel también rechazó el informe del IPC de marzo, afirmando que contenía inexactitudes y fuentes dudosas.

La guerra se desencadenó el 7 de octubre cuando milicianos islamistas mataron a 1.195 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251 en el sur de Israel, según un recuento de la agencia francesa AFP basado en datos oficiales israelíes.