La Argentina hoy tiene una estructura 90/10. Si bien existen 148 impuestos y tasas, el 90% de la recaudación está explicada por solo 10 tributos. “Esto nos señala que existe una gran cantidad de impuestos y tasas que no están cumpliendo una función recaudatoria significativa, pero que sí afectan negativamente a quien trabaja y produce desincentivando invertir capital en el país, la formalización de la economía y la creación de empleo”, advierte la Fundación Libertad y Progreso. La clave es que las medidas que se introducen en el Paquete Fiscal, siendo las más importantes la restitución del Impuesto a los Ingresos Personales (Ganancias para personas humanas), sea el punto de partida para que el Estado empiece a financiarse con impuestos menos distorsivos y, en consecuencia, se puedan eliminar otros que perjudican la actividad económica y la acumulación de capital sin comprometer el equilibrio fiscal, puntualiza el diagnóstico al que accedió LA GACETA.

Según la Fundación, el sistema necesita una reforma impositiva integral, que incluya a la Nación, las Provincias y los Municipios. “La reforma tributaria que proponemos desde la Fundación Libertad y Progreso incluye la eliminación de la Coparticipación Federal de Impuestos y la devolución de potestades tributarias a las provincias, en línea con lo definido en la Constitución Nacional. Esto incluirá la creación de un IVA provincial que deberá suplantar la recaudación de Ingresos Brutos, lo que vendrá de la mano de una reducción de la alícuota del IVA nacional para no crear una presión impositiva excesiva”, detalla.

Además, se deberá avanzar lo más rápido posible en la reducción de los Impuestos al trabajo para favorecer la creación de empleo formal. Y se deberá establecer un cronograma gradual de eliminación del Impuestos a los Bienes Personales, cuya existencia desincentiva el ingreso de capitales y el ahorro en el sistema financiero argentino. Y en eliminar los impuestos distorsivos que ahogan a la economía: el Impuesto PAIS, los derechos de exportación, el Impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios, el Impuesto a los Sellos e Ingresos Brutos.

Un diputado peronista defendió la eliminación de Ganancias citando a Milei

Aldo Abram, director de la Fundación, consideró que “es un error hablar de aumento de impuestos con la sanción del paquete fiscal. “En realidad, se está reestructurando el sistema tributario que, cuando asumió esta gestión, estaba muy basado en el impuesto inflacionario”, explica. Este último es sumamente injusto; que quienes tienen la mayor parte de su propiedad en pesos son los sectores de menores ingresos; por lo que son los que pagan más respecto a lo que tienen, acotó. Para buscar eliminarlo y tener equilibrio fiscal, Abram recuerda que se lo sustituyó por el Impuesto País que es sumamente distorsivo y dañino para la economía; por lo que hay que eliminarlo o acotarlo cuanto antes. “Cosa que, además, es condición necesaria para poder salir del cepo a una unificación cambiaria rápido. Lo justo es que lo sustituya un impuesto a los ingresos para aquellos que ganan más que el promedio de la población, como tienen casi todos los países normales del mundo”, agrega.

Medida acertada

Según la economista Clara Alesina, “la restitución del Impuesto a los Ingresos Personales es una medida acertada para encarar el rumbo de crecimiento. Si bien estamos hablando de un impuesto, que a priori genera rechazo, permite la abolición de otros que son más distorsivos para la economía y la sociedad”. Estos últimos, causan más perjuicios que beneficio ya que, además de desincentivar la producción y la inversión, impactan en el comercio, los precios y por ende en el consumo, afectando en mayor medida a los sectores de menores ingresos. Por lo tanto, finaliza “para impulsar la recuperación económica es importante generar una estructura tributaria más favorable para el crecimiento, generando una mayor competitividad y equidad”.