En las primeras horas de hoy, el oficialismo nacional sentirá la satisfacción del deber cumplido. Las negociaciones y renegociaciones, en seis largos meses, en torno a la Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos y las Medidas Fiscales Paliativas y Relevantes (paquete fiscal) dieron su fruto y consiguieron la sanción definitiva del Congreso Nacional. La Cámara de Diputados aprobó la Ley Bases con 147 votos a favor y 107 en contra.
La Libertad Avanza (LLA) no tuvo inconvenientes el mediodía de ayer para reunir quórum necesario y durante el extenso debate que se vivió en el recinto, los discursos estuvieron bien marcados entre las posturas de la bancada libertaria con sus aliados y la oposición representada por Unión por la Patria (UP) y el Frente de Izquierda y Trabajadores (FIT). El escenario fue casi idéntico al que se registró en el verano cuando el debate quedó trunco y a finales de abril cuando se consiguió la media sanción. “Esta ley es un arma de destrucción masiva”; “la ley nos brinda un rumbo sostenido en el tiempo”; “el debate está marcado por la corrupción y los aprietes”; “las bases son necesarias y convenientes”; y “a partir de su aprobación comienza un capítulo negro de la historia nacional” fueron algunas de las declaraciones más resonantes que se escucharon de uno y otro lado del hemiciclo de la Cámara de Diputados
En el marco de los acuerdos conseguidos en comisiones, los distintos espacios políticos determinaron votar la ley de Bases en una única votación general, contemplando los cambios introducidos por el Senado. Este hecho alentó al oficialismo a contar con una cantidad de votos mayor a los 142 que consiguió en general el pasado 30 de abril. De hecho, se esperaba que varios diputados del kirchnerismo se sumen con votos positivos en esta oportunidad. Fundamentalmente para manifestar su apoyo al RIGI, tema que en abril votaron los catamarqueños y sanjuaninos de UP y que en el Senado obtuvo también respaldo peronista.
Incertidumbre final
Más allá de celebrar y mostrar caras de alegría por la ya segura sanción definitiva de las propuestas impulsadas por el presidente, Javier Milei, hasta el cierre de esta edición la bancada libertaria seguía negociando con parte de la oposición dialoguista para poder aprobar las modificaciones en el Impuesto a las Ganancias y Bienes Personales, dejando de lado lo votado hace semanas en la cámara que preside Victoria Villarruel. Ambos puntos son centrales para el equipo económico del Gobierno y para muchos gobernadores, pero contrarios a los intereses de los representantes patagónicos.
El diputado Osvaldo Llancafijo del Movimiento Popular Neuquino (MPN) fue uno de los que expuso esta situación y después de destacar la actitud del oficialismo “para lograr los acuerdos parlamentarios” que le permitan conseguir una importante cantidad de votos para que las leyes salgan sostuvo que es trascendental que el Poder Ejecutivo Nacional (PEN) “empiece a pensar en la diaria de la gente” y dejar de lado la restitución de la cuarta categoría del impuesto progresivo para no ir en contra de los salarios. Con un discurso más enfático, el chubutense Jorge Antonio Ávila de Hacemos Coalición Federal (HCF) responsabilizó a los gobernadores por la restitución de Ganancias y declaró que ese cambio en el tributo “perjudicará enormemente la paz social de las cuencas petroleras”. “No podemos ni vamos a aceptar ningún acuerdo que nos haga pagar nuevamente el impuesto. Nosotros teníamos una ley que protegía a los trabajadores y permitía que paguemos menos. Se nos ha prometido un acuerdo, pero ese acuerdo no está escrito y solo lo conocen tres o cuatro personas. Vamos a votar negativamente, pero a favor de nuestros trabajadores y vamos a pelear. Nosotros, apenas tengamos el primer descuento les vamos a parar toda la actividad del país”, amenazó.
Observaciones
Más allá de pararse en la vereda contraria a los documentos en debate, la bancada kirchnerista hizo hincapié en que las leyes deben respetar el principio de bicameralidad establecido Constitución Nacional y no descartó que muchos aspectos de las normativas sean judicializados. “El artículo 81 habla de un ‘desecho total a un proyecto de ley’ y es aplicable a estas leyes ómnibus y a cada ley contenida en su interior. El paquete fiscal tiene aspectos que poseen autonomía normativa y se estructuran como leyes propias y no pueden ser tratadas nuevamente”, precisó Vanesa Siley (UP).
Restitución del impuesto a las Ganancias
El Senado había rechazado todo el Título V del paquete fiscal, que disponía la restitución de la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias.
El oficialismo había avisado que trataría de imponer la versión que ya contaba con la media sanción de Diputados y dejar sin efecto el rechazo del Senado.
Así ocurrió. Por tanto, el mínimo no imponible quedará en $ 1,8 millón para solteros y en $ 2,34 millones para casados con dos hijos (todo, en bruto).
Bienes personales
El Senado también rechazó la parte del paquete fiscal que modificaba Bienes Personales: llevaba a $ 100 millones el piso desde el cual se debía tributar.
Si el rechazo de la Cámara Alta se repetía en Diputados, el piso para pagar Bienes Personales iba a seguir siendo de $ 27 millones.
El oficialismo ratificó su idea; y además de subir el piso quiso imponer alícuotas progresivas, que van de un 0,5% a un 1,5% (menores que el actual régimen).
Cómo queda el monotributo
Se unifican las categorías para las actividades de obras, de locaciones y de prestaciones de servicios, y de venta de bienes.
Aumentan: montos de facturación, precio máximo unitario de venta, alquileres devengados, cuotas impositivas, de seguridad social y de obra social.
Se elimina la exención de la cuota impositiva para monotributistas Categorías A y B. Podrán reingresar los monotributistas excluidos de pleno derecho.