La preocupación se apoderó de la escena en el estadio Sporting Park de Kansas. Durante el duelo que disputaron Perú y Canadá por la segunda fecha del Grupo A de la Copa América, en un instante las cámaras televisivas se alejaron del desarrollo futbolísitico y enfocaron al arquero norteamericano Maxime Crépeau mientras asistía al juez de línea Humberto Panjoj, que se desvaneció por el calor “infernal” que transita Estados Unidos en esta época del año.

Con ese llamado de atención, se abrieron varios interrogantes respecto al certamen de selecciones. ¿Por qué se disputan en ese horario? ¿Los jugadores están preparados para afrontar estos calores? ¿Hay una solución y cuáles son los pasos a seguir ante un golpe de calor?

En ese sentido, los doctores Roque González (presidente de la Sociedad Tucumana de Medicina del Deporte y secretario de la Asociación de Cardiología) y Manuel Parajón Viscido (director del Centro de Medicina Deportiva Tucumán) explicaron los motivos de estos sucesos y cómo podrían prevenirse.

“Hay horarios en los que vas a tener mayor audiencia, pero no te conviene jugar porque son condiciones extremas. En estos casos, uno ya no habla del deporte como agente salud, sino como un problema de organización y de intereses”, dijo el doctor González antes de entrar en detalles sobre lo que significa tener un golpe de calor.

“Nuestros cuerpos tienen mecanismos de defensa que son limitados. Cuando hay mucha temperatura o humedad en el ambiente, el ser humano trata de eliminar los mecanismos reguladores, por ejemplo, la transpiración. Pero, cuando el ambiente está muy caliente, hace que este proceso sea más difícil y favorezca a la deshidratación”, aseguró el presidente de la Sociedad Tucumana de Medicina del Deporte.

En tanto que Viscido, también coincidió con las explicaciones de su colega. “Los 28 o 30 grados producen un estrés general en la fisiología del cuerpo, es decir, en su funcionamiento. Eso es tan grande que no logra compensar la temperatura interna y así se va produciendo una elevación gradual.  Un deportista, en un esfuerzo intenso de actividad, puede llegar a tener 39 grados de temperatura corporal, pero con un buen clima, eso disminuye y pierde ese calor a través de la evaporación”, aseguró el director del Centro de Medicina Deportiva Tucumán. “Lo más importante de todo es el sudor. Por este motivo, siempre se recomienda usar ropa clara, que permita evaporar. También podemos perder calor  por contacto con el aire o estando acostado en una superficie fría”, aseguró Viscido.

Por su parte, ambos doctores también explicaron cuáles serían los pasos a seguir ante un golpe de calor. “En primer lugar, lo ideal es prevenir. Siempre hay que tratar de evitar la situación. Si vos vas a usar una ropa clara, tenes que fijarte que permita que la transpiración salga. Hay algunos tejidos que se llaman Dri-Fit, que permiten que la transpiración se vaya hacia la parte externa del tejido y eso favorece la pérdida de calor”, explicó González. “Otro punto fundamental es mantener una buena hidratación. Algo de eso se ve hoy en los partidas, cuando hace mucho calor y realizan una pausa para que los jugadores se hidraten”, agregó.

“El calor produce tres patologías fácilmente distinguibles. Los calambres, la fatiga y la falta de sodio. Por eso las bebidas deportivas incluyen este último mecanismo porque hay que entender, que se deben reponer electrolitos”, aseguró Viscido.

Ante una situación similar a la que vivió Panjoj, los doctores explicaron los pasos a seguir. “Hay que ver que la persona no esté inconsciente o que no necesite un RCP. Luego debemos enfriarlo, con paños en los píes, bajo las axilas y el cuello. Obviamente también hidratarlo”, dijo González. “Muchas veces hay que poner suero, porque el exceso de temperatura puede llevar a una falla multiorgánica o a convulsiones. El agua y un ventilador también pueden ser fundamentales para evaporar todo ese calor”, concluyó Viscido.