“Los adolescentes salen, consumen. Y consumen muchas cosas. Creen que la única manera de divertirse es esa, y se olvidan de cuidarse porque en casa la familia tiene un déficit en el cuidado. No nos cuidamos los adultos. Entonces, los chicos no aprenden a hacerlo”. Así arranca la entrevista con Carlos Damin, jefe del Servicio de Toxicología del Hospital Fernández.
En su paso por Tucumán dictó la charla “Abordaje del consumo de sustancias”, destinada a los jóvenes estudiantes, en el Centro Cultural Virla. El encuentro, que se desarrolló ayer a sala llena, fue organizado por la Secretaría de Extensión Universitaria en conjunto con el Programa Universitario para el Estudio de las Adicciones (PUNA), en el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas.
- ¿En las charlas de ahora ya no se habla de “no” a las drogas?
- El “no” a la sustancia los chicos no lo escuchan, porque lo tienen como cosa cotidiana. Entonces, la idea es una reducción de riesgos y de daños. Apuntamos a que aprendan a cuidarse. Porque es muy difícil que hoy un chico de 16 o 17 años no consuma alcohol. Lo que podemos hacer es que consuma poco y que se cuide, que sepa la importancia de lo que está haciendo. Que no mezcle porque eso le puede generar más problemas.
- ¿Qué es lo que más preocupa en la actualidad?
- Cuando miramos las estadísticas del consumo de alcohol que tenemos en el país realmente es tremendo. Los jóvenes están expuestos al alcohol, psicofármacos, sustancias sintéticas, marihuana. Somos el tercer consumidor de alcohol de toda América, el segundo de marihuana, el tercero de cocaína y el primero de psicofármacos.
- ¿Han aumentado las consultas, por intoxicaciones?
- Aumentan de forma sostenida y permanente las intoxicaciones y los tratamientos porque además disminuye la edad de inicio; no podemos frenar esa baja. Hoy empiezan a beber alcohol a los 13 años y la edad de inicio para el consumo de marihuana es a los 14 años.
- ¿Qué efectos puede causarle a un adolescente el consumo de alcohol y marihuana?
- Básicamente el problema es a largo plazo y es neurocognitivo. Si un chico comienza a consumir alcohol muy tempranamente, por ejemplo a los 13 años, lo que vamos a tener es un deterioro de la inteligencia a 20, 25 o 30 años. Eso es lo más grave que va a ocurrir. La gente cree que un poco de alcohol por ahí no hace nada en la adolescencia. Pero el costo de eso se paga muchos años después. La persona pierde capacidad de pensamiento y además se adelantan algunos procesos demenciales que normalmente pueden aparecer después de los 80 años. Con la marihuana pasa exactamente lo mismo, porque la acción de esta sustancia es en los mismos lugares del cerebro que con el alcohol.
- ¿Qué les decís a los chicos cuando te dicen que fumar cannabis es menos dañino que el tabaco?
- El pulmón no está preparado para fumar, ni por la temperatura, ni por el humo, ni por la cantidad de sustancia química que tiene el humo, ni por la marihuana en sí. Entonces es cuestión de que a los chicos se los informe, sin decirles “no”, pero que sepan qué pasa para que tomen la responsabilidad del cuidado.
- ¿Es preocupante la naturalización que hay hoy del consumo de marihuana?
- Es alarmante la naturalización y la subestimación. Pero me parece más alarmante en el caso de los adultos que en el caso de los chicos. Los adultos subestiman los efectos de esta sustancia.
Alarma por el crecimiento de las adicciones en Tucumán- ¿Cómo puedo darme cuenta que mi hijo está en problemas con una sustancia?
- Es importante observarlo. Cuando uno ve cambios distintos a los naturales de la adolescencia. Los chicos en la adolescencia tienen muchos cambios. Pero si uno ve que cambia de amigos, de carácter; que es un chico que era de una manera y ahora pasó a ser de otra forma, que está más irritable, más enojado, que quiere cambiarse de escuela porque quiere otro grupo de amigos de otro lugar. Esas son cosas que los papás deben prestar atención y tener en cuenta, sentarse y hablar. Siempre hablando de la mejor manera. Porque además, cuando detectamos un problema, cuanto antes logremos tratarlo va a ser con consecuencias menos dañinas.
- Decís que descuidamos a los hijos en el consumo de sustancias, ¿Qué podemos hacer los padres?
- Cuidarlos. Si nosotros nos cuidamos, los chicos saben que cuidarse es importante. Si un papá sale y cuando va a comer y elige no tomar porque tiene que conducir el vehículo, el chico ve que el padre se cuida y que cuida al resto de la familia. Si nos subimos al auto y usamos el cinturón, ve que nos cuidamos. Si tratamos de hacer ejercicio y de cuidarnos en la alimentación, para el chico sabe que cuidarse es importante. Entonces es el mejor antídoto. Cuando salga el chico, va a cuidarse porque lo aprendió en casa. Si los adultos no nos cuidamos, los chicos tampoco lo hacen.
- Para hablar con un hijo del tema drogas, ¿qué aconsejás?
- Hablar sin tapujos, sin prejuicios. Los chicos hablan entre ellos mucho más fácil de drogas que lo que hablan con los padres. Entonces, los prejuicios los tienen los papás. Los chicos tienen un nivel de conocimiento incluso superior al de los padres. Ahora, cuando el papá le permite a un chico a los 14 años tomar alcohol en casa es muy difícil ponerle un límite. Hay que establecer reglas: esto se puede y esto no se puede.
- Desde la salud pública, ¿cuál es el consumo que más preocupa hoy?
- El alcohol principalmente porque genera muchos más daños y muertes que el consumo de otras drogas, y es una sustancia legal.
Tenemos un problema muy grave también con los psicofármacos, que son legales porque la gente los usa mucho y entonces los chicos aprenden en la casa cuando miran. También una de las cosas que más afligen hoy es el consumo de sustancias sintéticas. Son las que nos están llevando una gran cantidad de muertes; de hecho la última semana se nos murió un joven de 18 años.
Charla y juegos: recomendaciones para los jóvenes
El grupo de chicas de 15 años se ríe cuando preguntamos si ya probaron el alcohol. A la mayoría sí le gusta tomar un par de vasos pero tratan de evitar los excesos, cuentan. Toman vino, cerveza o vodka. Solo una de ellas confiesa que se emborrachó. “Fue en una fiesta de 15”, recuerda, mientras se sube a una especie de patineta en la que tiene que hacer equilibrio. “Todo gira y me da vueltas”, describe con los anteojos diseñados para simular los efectos de una borrachera.
Mía, Lara, Bianca y Abigail prueban los juegos dispuestos en el Centro Cultural Virla, donde el Programa Universitario para el Estudio de las Adicciones (PUNA) ayer desarrolló una jornada de prevención de consumo problemático de sustancias. Luego, ellas y un centenar de alumnos de distintas escuelas participaron de la charla que dictó el toxicólogo Carlos Damin. El experto les mostró datos preocupantes del país: por ejemplo, que el 54,4% de los adolescentes de 12 a 17 años consumen alcohol y casi un 7%, marihuana. Luego describió los efectos que causan las distintas sustancias y les dio consejos de cuidado: “si toman alcohol, no hay que combinarlo nunca con psicofármacos ni con otras drogas. El alcohol genera deshidratación y esto es un gran problema; por eso cuando consumimos siempre hay que tomar agua. Y nunca conducir vehículos”.
“La marihuana puede causar esterilidad secundaria en varones, afectar la ovulación de las mujeres, altera la inmunidad del organismo, afecta el cerebro y los pulmones, y también puede causar la aparición de alteraciones psiquiátricas. Lo vemos en jóvenes de 20 a 24 años”, advirtió. También les habló de las drogas sintéticas: “es mejor no consumirlas porque uno nunca sabe qué tienen”.