Con la presencia de dos tanques orientados a la salida familiar como “Intensa Mente 2” y “Mi Villano Favorito 4”, poco espacio queda para las novedades en las salas comerciales tucumanas. Así es que sólo un estreno llega hoy a la provincia y está destinado al terror sobrenatural, un género que corta entradas.

Lo primero que es imprescindible para anunciar “El exorcismo” es que este filme no tiene nada que ver (no es secuela ni precuela) con “El exorcista del Papa” -conocida el año pasado-, aunque el nombre de la película pueda confundir y el protagonista sea el mismo: Russell Crowe, aparentemente especializado en películas donde las posesiones diabólicas están presentes. En los hechos, la producción que llega hoy es previa a la otra, ya que se terminó hace cinco años pero estuvo esperando el momento ideal para su lanzamiento (y aprovechar de paso el prestigio del intérprete neozelandés como cura que debe lidiar contra demonios).

Dirigido ahora por Joshua John Miller, el ganador del Oscar compone a Anthony Miller, un actor elegido para interpretar a un sacerdote especializado en posesiones satánicas para el rodaje de una ambiciosa producción. Pero a medida que Miller se involucra en el personaje de ficción y la filmación avanza, sus problemas de adicción vuelven a acecharlo, por lo que se desestabiliza con alucinaciones mientras las fronteras entre la actuación y la realidad, con el aporte de siniestras situaciones que ocurren en el convulsionado set, se vuelven borrosas.

Russell Crowe trató de visitar al Papa Francisco para promocionar la película "Noé"

“Estaban haciendo una película maldita. Se les advirtió que no lo hicieran. Deberían haber escuchado”, figura en los avances del filme, cuya primera versión del guión fue escrita por Kevin Williamson, aunque el corte final fue elaborada por Miller y M. A. Fortin, sabedores de la materia. En el elenco figuran también Ryan Simpkins (como la hija de Miller, preocupada por la situación de su padre), Sam Worthington, Chloe Bailey, David Hyde Pierce y Adam Goldberg, este último como el director del proyecto que afronta su propio infierno.

Referencias sutiles

La producción juega además con referencias sutiles: el director es hijo de Jason Miller, quien fue el suicida padre Karras en la clásica “El exorcista” y el nombre de la película que está filmando en la ficción es “El Proyecto Georgetown”, que fue la zona de Washington donde se rodó la mítica realización, cuyo mito oscuro remite a eventos extraños e inexplicables que pasaron mientras se avanzaba en su concreción en 1973.

“Mi papá me contaba historias de cuán ‘maldita’ fue esa película: los misteriosos incendios, las extrañas muertes, las lesiones de toda la vida... la lista seguía y seguía. Todo eso me ha cautivado desde entonces”, admite el director. De este modo, bien puede leerse el estreno como una elíptica alegoría a esa obra clave de hace 50 años, que abrió una nueva era en la materia, con la materialización ahora del concepto de un filme dentro de otro.