Cuando regresó de París Antonio Berni enfrentó la década infame con dos obras que forman parte ya del patrimonio histórico y cultural del país: “Desocupados” y “Manifestación”, pinturas que cumplen 90 años este 2024.

Hace una semana se celebró “Manifestación” con otra “Manifestación” en el Malba. La pieza artística fue realizada por el grupo Mondongo (un trío convertido en dúo, con Juliana Laffitte y Manuel Mendanha, formado en 1999) que desde hace más de dos décadas trabaja con materiales alejados de los convencionales: espejitos de colores, galletitas dulces, pan, monedas, carne, hilos y más recientemente plastilina.

Las obras del dúo tienen una dimensión internacional como pocos argentinos, en Zurich, Bruselas, Londres, Dubai, Texas, Italia y España.

Nuevo realismo

Antonio Berni fundó el llamado Nuevo Realismo en el país, en el que postulaba la adhesión del arte a los procesos históricos y sociales; un arte comprometido, más allá de las formas.

Poderosas figuras en primeros planos encabezan decenas de cabezas que portan un cartel con el reclamo “Pan y trabajo”. Estudiosos como Guillermo Fantoni indican que el artista retrató esa multitud obrera en el edificio de una antigua refinería cercana a la estación Rosario Norte, con temple (una técnica pictórica antigua) sobre arpillera.

En foco

En 2023 el Malba y la Universidad Nacional de San Martín presentaron el proyecto “Manifestación en foco” que investigó la obra, las bases de preparación que utilizó el artista, si realizó repintes y también se lograron certificar las distintas intervenciones a las que fue sometida la pintura desde que se exhibió por primera vez en los 60. Los estudios incluyeron exámenes oculares detallados, observaciones con luz ultravioleta, radiografías, mediciones con fluorescencia de rayos X (XRF), toma de muestras y estratigrafías. Incluso, se advirtió la posibilidad de otros carteles en “Manifestación”, no visibles. Fue notable el descubrimientos que llevó a la revelación de una pancarta previamente oculta entre dos de los manifestantes pintados en la obra, un elemento que el propio Berni optó por ocultar. “Una de las mayores sorpresas fue observar una gran pancarta sostenida entre dos de los manifestantes pintados, que luego fue ocultada por el artista. A 90 años de su realización ‘Manifestación’ sigue convocando y provocando distintas entradas y reacciones a su potente narración social”, destacó Silvia Dolinko, de la Unsam.

Contexto

La obra, con “Desocupados” y “Chacareros” (1935), posiciona al rosarino en torno a la protesta de los sectores más oprimidos de la sociedad en la década infame.

Para el contexto: “El creador había regresado de Europa en 1930 influenciado por el surrealismo, y en 1933 se conectó con el mexicano David Siqueiros con quien colaboró para “Ejercicio Plástico”, un enorme mural que fue realizado en 1933 en el sótano de una quinta del empresario Natalio Botana (también participaron Lino Enea Spilimbergo y Juan Carlos Castagnino, junto al escenógrafo uruguayo Enrique Lázaro)” (La Gaceta, 2024).

La mayoría de los historiadores coincide que esas obras marcan su pase al realismo social, en un momento en que en Rosario el artista fundó la Mutualidad Popular de Estudiantes y Artistas Plásticos y adhirió al Partido Comunista.

EN LA PLAZA DE MAYO. El dúo Mondongo celebró la obra de Berni, pero con otros sujetos sociales y en un espacio diferente.

Debe observarse que, mientras los cuerpos en la pintura “Desocupados” están derrotados, aplastados y resignados, en “Manifestación” se encuentran en lucha, reclamando, protestando, plenamente activos.

¿Quién fue Antonio Berni?

“Corría el año 31. Estaba haciendo estragos la crisis económica. La fila de desocupados estaba frente a la olla popular. El medio ofrecía un ambiente distinto del que yo terminaba de dejar en París. [...] Entonces empecé a hacer las composiciones de contenido social: ‘Manifestación’ y ‘Desocupados’. Yo mismo era un desocupado”, cuenta el artista en una cita que menciona el diario Ámbito Financiero.

Con plastilina

Hace una semana se expuso en el Malba la obra de Berni y la de Mondongo, en un diálogo que más se asemeja a un debate, a una discusión.

Los curadores utilizan demasiado la palabra “diálogo” (término que tiene buena prensa, debe admitirse) cuando ponen en relación obras distintas; pero en rigor, ese diálogo es, en ocasiones, enfrentamiento, discusión, una relación nada pasiva, se podría decir.

Sobre los materiales, sobre el contenido social y las realidades de la década infame de los 30 y de ésta que parece iniciarse con el gobierno de Javier Milei.

Pero hay algo que los unifica, el discurso sobre el lenguaje específico de la pintura: la experimentación con los materiales.

Mondongo, como se ha escrito ya, investiga y ensaya con los materiales de trabaja.

Con la plastilina se propuso crear figuras pintadas que, por sí, son bidimensionales y tridimensionales.

Una villa

1) La instalación site- especific (creada en el mismo lugar) en el Malba se inicia con una recreación de villas miserias en la planta baja, de esas tan comunes en el Gran Buenos Aires o los barrios suburbanos de CABA. “Es un espacio construido con chapas, maderas y cartones, lindero con el coqueto shop del museo de Eduardo Costantini, como emulando las fronteras que separan countries de asentamientos, pobres de un lado y ricos del otro”, señalan distintos medios de prensa y los posteos en las redes sociales.

Antonio Berni pinta para Google

El paisaje que plantó Berni no era vecino de algún barrio rico, pertenecía a una villa obrera. Pero además la pintura de 1934 retrata una protesta en una Refinería de Rosario, y la de Mondongo, en la Plaza de Mayo.

2) Antonio Berni propone como protagonistas de su “Manifestación” a obreros en lucha. El dúo Mondongo, a sectores de la clase media, en protesta, por cierto, en las calles (artistas, amigos, un médico, ellos mismos). El sujeto social se ha modificado, es verdad y el tema ha provocado grandes debates.

3) “Espectacularización de la pobreza, romantización, esnobeada” son algunas expresiones críticas que en las redes sociales se han viralizado. “Una villa para los que nunca van a pisar una”, dice una usuaria de X a la que no le hace gracia que el público del museo recorra la obra como una pieza más, instagrameable y fuera de su contexto real. “Mirá, Mondongo existe desde hace 25 años -dice Juliana-, y nosotros, cuando trabajamos, abordamos temas que no son fáciles, no son alegres, no son decorativos. Esa es nuestra manera de abordar el arte. Si esto plantea discusiones, debates y preguntas, bienvenidas sean”. En la presentación han sido los propios artistas los que han expresado abiertamente su adhesión a las manifestaciones, a las protestas, en una semana que tuvo distintas protestas.

4) Dos días después de la inauguración, el diario La Nación informó que el empresario Costantini (dueño del Malba y de gran parte del Nordelta) adquirió “Manifestación” en una suma en dólares de seis cifras.

Se podría trazar una línea continua de reflejo entre las artes plásticas y la problemática de su época, que aquí establece al menos tres paradas: “Sin pan y sin trabajo (1894)”, de Ernesto de la Cárcova, que puede verse en el Museo Bellas Artes, convertido en una pancarta; “Manifestación”, de Antonio Berni (en la que se lee, a fondo, una pancarta que pide Pan y Trabajo) y la de Mondongo.

Tales son algunas de las lecturas que pueden hacerse sobre esta puesta en el Malba, que puede visitarse hasta septiembre.