Sopa de miso: de Japón a tu mesa
La sopa de miso es una tradicional sopa japonesa que se remonta a más de 1.300 años. Originaria de China, el miso, una pasta fermentada de soja, se introdujo en Japón en el siglo VII. Inicialmente, fue un alimento de élite consumido por la nobleza y los samuráis. Con el tiempo, se popularizó entre todas las clases sociales. En los países asiáticos es valorada por su sabor y por sus beneficios nutricionales. Para prepararla necesitás 1 litro de agua o caldo dashi, 15 g de alga deshidratada, 3 cucharadas de miso, 200 g de tofu, 50 de puerro, 50 de cebolla de verdeo y fideos soba. Aunque parece que tiene elementos difíciles de conseguir, todos los podés adquirir en Tucumán, en cualquier lugar de productos asiáticos. Para prepararlo, tenés que colocar el agua en una olla y calentar; cuando ya esté hirviendo, deberás sacar un poco de agua para disolver, por aparte, el miso. A continuación, tenés que meter en la olla el alga y dejar cocinar por cinco minutos. Después, debés echar el tofu en dados pequeños y las verduras en trozos pequeños. Deberás cocinar la sopa por cinco minutos. Finalmente, disolvés el miso en el agua que previamente retiraste. Quitás la sopa del fuego y añadís ese agua con miso disuelto. Si te gustan los fideos soba, podés hacerlos por aparte (según las instrucciones) y añadirlos a la sopa final.
Sopa de frijoles: con raíces cubanas
La sopa de frijoles negros tiene su origen en la cocina de América Latina y del Caribe, específicamente en Cuba. Los frijoles (porotos) negros son un ingrediente fundamental en muchas de estas culturas, tanto por su sabor como por su valor nutricional. Aunque en algunas zonas de isla se les añade hasta banana, nosotros te traemos una receta tradicional: necesitás 350 g de porotos negros, 1 puerro, 1 tomate chico, 1 cebolla morada, 3 dientes de ajo, 200 g de tomate cherry, 700 ml de caldo de verduras, perejil, limón (el jugo de uno) y palta. Además, necesitarás aceite, sal y pimienta. Los porotos deben estar remojados por ocho horas antes de empezar con la preparación. Luego tenés que cocinarlos, con media cebolla, el tomate, sal y aceite. Cuando la preparación rompa hervor, bajás el fuego y cocinás hasta que estén tiernos (entre 30 y 45 minutos). En paralelo, cortás la cebolla y el puerro, picás el ajo y los rehogas en una sartén con aceite, sal y pimienta. Ahí añadís los tomates cherrys cortados. Este salteado lo tendrás que agregar cuando los protos estén tiernos; añadís el caldo de verduras y cocinas a fuego lento por 20 minutos más.
Sopa minestrone: un plato de origen campesino
Su historia se remonta a la Antigua Roma y su nombre deriva de la palabra italiana “minestra”, que significa sopa. En sus orígenes, era una comida para campesinos, hecha con vegetales de temporada, legumbres y pasta o arroz. Es que el minestrone no tiene una receta fija; y justamente por esa versatilidad es conocido. Te traemos una receta que no falla: necesitás 4 hojas de repollo, 150 g de panceta picada, 2 cebollas picadas, 2 puerros picados, 1 litro y medio de caldo de verduras, 2 zanahorias en cubos, 2 ramas de apio, 2 papas grandes, 3 tomates pelados, 150 g de arvejas, 150 de porotos (remojados previamente), 150 g de fideos, 3 dientes de ajo y 100 g de queso duro. Parecen muchos los ingredientes, pero son todos necesarios. Lo primero que tenés que hacer para cocinar la sopa es poner el repollo en una cacerola con agua fría, dejar hervir y cocinar por dos minutos. Una vez pasado ese tiempo, hay que colar y reservar. Luego tenés que calentar la panceta hasta que se derrita la grasa; ahí añadís las cebollas y los puerros y cocinás hasta que cambie el color. Añadís el caldo de verdura, las zanahorias, apio, repollo y salpimentás. Todo eos lo hervís, añadís las papas y cocinás 10 minutos. A continuación, incorporás las arvejas, los porotos y los fideos; deberás cocinar 10 minutos más. Por último, sumás los tomates y cocinás 5 minutos más a baja temperatura.
Sopa de tortilla: con sabor a México
Se cree que surgió como una forma de aprovechar las tortillas de maíz sobrantes. Lo cierto es que la sopa de tortilla (también conocida como sopa azteca) es uno de los platos con más raíces en la cocina mexicana.
Se trata de un plato humilde y nutritivo: es un caldo de tomate y ajíes, al que se le añaden tiras de tortillas fritas, palta, queso, crema y a veces pollo.
Para una versión potente (que rinde para cuatro personas) vas a necesitar 6 tortillas de maíz, 1 litro de caldo de pollo, 3 tomates, 1 cebolla mediana, 2 dientes de ajo, 1 jalapeño (opcional), 1 palta, cilantro fresco, queso fresco y aceite, sal y pimienta para cocinar. Prepararla es muy fácil: tenés que cortar las tortillas en tiras, freirlas y reservarlas.
En una olla, tenés que rehogar la cebolla, los dientes de ajo y el jalapeño; luego agregás los tomates picados y los calentás unos 10 minutos.
Cuando estos ingredientes estén suaves, añadís el caldo de pollo y salpimentás.
Luego de 15 minutos a fuego medio, la sopa está lista: añadí las tiras de tortilla, la palta, el queso y el cilantro o perejil.