Regresemos en el tiempo, a aquellos años iniciales de nuestro fútbol. Bueno, no tan iniciales pero sí históricos donde crecían los clubes pero aún no había una entidad rectora de la actividad y los partidos eran desafíos de una institución a otra. Hasta los premios, trofeos o medallas eran donados para la ocasión. Podríamos decir que eran “amistosos” pero en algunas oportunidades las discusiones subían de tono y se producían desmadres de trascendencia.

Para hablar de estas “amistades” entre clubes podemos tomar la existente, en los primeros años del siglo XX, entre Argentinos del Norte y San Martín. Para entender esta relación, tomemos hechos relatados por el dirigente santo Luis Semrik en LA GACETA. “Los vicedecanos del fútbol tucumano son los invitados de honor del Club San Martín en sus bailes”, escribió en enero de 1937, en referencia a las reuniones danzantes que se estaban llevando a cabo para recaudar dinero para levantar la hipoteca que pesaba sobre el estadio de la Ciudadela. A lo largo de la nota recrea en parte la importancia de la institución que naciera de los padres lourdistas del Colegio Sagrado Corazón.

Primer partido

Pasemos al primer amistoso, que según Semrik ocurrió el 16 de abril de 1911 “en la canchita que San Martín poseía en aquel entonces en la media manzana, que conjuntamente con el edificio de la que fue escuela Presidente Avellaneda, constituye en la actualidad el Hospital de Aislamiento, frente a las plazas San Martín y Rivadavia”. Para ese recordado encuentro se puso en juego una medalla de oro donada por José Uttinger, quien se desempeñaba por entonces como inspector de ejercicios físicos del Consejo Provincial de Educación. Así comienza una historia de idas y venidas sobre resultados para quedarse con la medalla, que terminó zanjándose dos años más tarde. Pero calma amigo lector, iremos paso a paso para saber en manos de quien quedó.

PANORAMA COMPLETO. Las notas de Luis Semrik permitieron en 1937 y ahora hacerse una idea de cómo fueron aquellos años iniciales del fútbol.

Reconstruimos aquellos tiempos en base a las actas del propio club. La Número 4 del 20 de abril hablada sobre la medalla y se informaba sobre el encuentro: “resultando vencedor el C. S. M. por 3 goals a 0 de los cuales el referee reconoce 2 goals siendo referee el Sr. Manuel Reinoso Gallo y en vista de que Argentino del Norte no quiere reconocer dichos goals proponiendo que se anule el match por decir que eran ‘hosai’”. Para hacerlo breve, la Asamblea aceptó el pedido de los “sagrados” y anuló el encuentro. Pero se disponían tres condiciones, a saber: “1- Disputarse la medalla en tres match en lugar de cinco como era y resultara vencedor el club que gane dos veces y no por el número de goals. 2- Pedir a la Liga T. de Foot-ball facilite un referee para evitar parcialidades. 3- Enviar lista de los jugadores de la primera división a A. del Norte”. Estas palabras permiten entender un poco como se dirimían los premios que era en base a la cantidad de goles y no de los partidos ganados. Por el otro lado se informaba que M. Reinoso Gallo, “que no había logrado conformar ni a uno ni al otro club” ya que en su tarjeta indicaba que el resultado fue 2 a 0 mientras que Argentinos sostenía que el resultado fue 0 a 0. Además era uno de los 14 fundadores del club albirrojo.

Con el primer presidente

Semrik agregaba que en charlas que tuvo con Romelio Castro, primer presidente del club, le contó que “deseosos de resolver este asunto fue invitado por el padre José Dennet al colegio para buscar una solución ante el peligro de que el donante retirara la medalla” y agregaba, que en medio de risas por esos recuerdos rememoró que “estuvimos conferenciando hasta altas horas de la madrugada sin ponernos de acuerdo. A cada rato el Padre Dennet me ofrecía unos semejantes cigarros de hoja y algunas copitas de licor, para ganarme la voluntad, pero yo no aflojaba: ¿si habíamos ganado legítimamente, porqué lo anularían al partido? Era un gran deportista ese cura… pero muy pícaro… y a cualquiera lo confundía con sus palabritas suaves y sus gentilezas”.

Contra Uttinger

Las cosas no se solucionaron y siguieron las cuestiones por ese encuentro. El primero de junio había llegado un pedido de Uttinger y de la Liga Sportiva (se aclara que esta había sido organizada por la Sociedad Sarmiento) “para suspender al socio Jacinto Iturre por haber roto una puerta del cuarto de vestir del club Buchardo en el Sport Club (ubicado en Sarmiento y Laprida que pasaría a ser en 1913 el Gimnasio San Martín)”, cosa que no sabemos si ocurrió.

En la misma línea y con Castro y Uttinger como protagonistas se reseñaba que “Uttinger, que presenciaba el partido, lo quiso hacer detener (a Castro) con la policía, porque le había contestado algunas observaciones que le hizo sobre algunas incidencias del match, y lo que es más le había amenazado con hacerle quitar el permiso que tenían del Consejo de Educación, para disponer de la cancha de la Escuela Avellaneda”.

EL PRIMER PRESIDENTE. Romelio Castro fue parte de los 14 dirigentes que el 2 de noviembre de 1909 fundaron el Club San Martín.

Como vemos el “amistoso” no lo fue tanto durante aquel 1911 y no se pudo dirimir la bendita medalla. Hubo que esperar hasta 1913 para que el premio fuera entregado al ganador. Con fecha 26 de junio de ese año se indica en un acta correspondiente: “acto continuo se enseña la medalla que el Club es poseedor por haber sido vencedor en el último partido el cual ha sido jugado entre este y Argentinos del Norte el domingo 13 de junio de 1913 el cuadro fue compuesto por los siguiente jugadores: José Castro, etc; enseguida el Sr. Estrada pidió voto de felicitaciones al señor Baltazar Luna, por ser este el que dio el goal final del triunfo y el sr. Ramón Acosta Frías felicitó a todos los que tomaron parte del juego”.

De tal manera que un partido por una medalla requirió mucho más que 90 minutos de juego, varias discusiones importantes y se definió dos años después; pesemos que ocurrió todo eso con clubes que tenían una fuerte amistad. ¿Qué hubiera sido con otro contrincante? Aún estaríamos esperando la definición.

Fundación

El mismo autor de la nota señala sobre la fundación del club sagrado nació en el parque Aconquija durante un picnic el 8 de abril de 1907. Según su relato, el padre Dennet, autoridades del colegio y alumnos compartieron un paseo y una velada de camaradería entre los miembros de la institución. “Fue el héroe de aquel inolvidable camping, siendo él quien en un arranque de entusiasmo, propuso al resto de los excursionistas la fundación de un club, que sirviera para una unión espiritual más estrecha entre todos los que conviven en ese viejo caserón de enseñanza secundaria. La idea fue recibida y aceptada en medio de gritos delirantes de alegría, poniéndose de inmediato manos a la obra de la redacción del acta respectiva”, evocó.

Como cierre podemos recordar las palabras de Castro a LA GACETA en febrero de 1936, cuando la institución se estaba recuperando y recaudando dinero para hacer frente a las hipotecas que apretaban las cuentas financieras. “Me parece que es el momento de demostrar con los hechos la simpatía de que tanto se ha hablado. Hago por lo tanto un llamado a todos los que fueron y los que son de San Martín. Yo estoy entre ellos. Mi modestísima situación no me permite hacer más que ofrecer unos centavos, pero los ofrezco de corazón y allí están estos centavos a disposición del club”, decía con convicción por entonces.