La decisión del juez Juan María Ramos Padilla se conocerá este martes, a partir de las 13. El ex gobernador José Alperovich sabrá si es declarado inocente o culpable en el juicio que se le sigue por las denuncias de abuso sexual realizadas por su sobrina segunda.
A continuación, un repaso de lo que expusieron la semana pasada las partes en sus alegatos:
"Un juicio sobre la impunidad del poder"
Sandro Abraldes, fiscal
“Este juicio es un juicio sobre la impunidad del poder. Ella estaba en un escenario de sometimiento. En una situación de cautividad”, dijo el fiscal Sandro Abraldes durante su alegato del 10 de junio, que le insumió más de cinco horas de análisis de la causa.
“José Alperovich convirtió a su sobrina y colaboradora en un objeto para su placer sexual. No la quería para que trabajara con él, la quería para su cama. Ella fue su capricho, su “permitido”. Ella fue su comida. La comida de un señor Mandón. De un señor al que no se le podía decir que no”, afirmó el funcionario.
¿Alperovich es culpable o inocente? El martes se sabrá la respuesta“Alperovich tejió una red con la que la atrapó. Usó técnicas combinadas para abusar de su sobrina: ostentaba dinero, manejo político y luego la denigración. No es solo su testimonio lo que da fuerza a su denuncia. Hay múltiples pruebas y testimonios que avalan lo que ella dice. Fue el constructor de su propio poder. Todo se hizo como él quería. Era dueño de todo”, añadió.
Y finalizó: “el poder de Alperovich es grande. Pero la falta de compromiso para con la denunciante lo es más. Le corresponde a usted, señor juez, ponerle el cascabel al gato. Alperovich debe pagar con su libertad ambulatoria por lo que hizo”, tras lo cual solicitó 16 años y seis meses de prisión, además de inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos al imputado.
"Tuvo la fortaleza de enfrentar lo siniestro y denunciarlo"
Carolina Cymerman y Pablo Rovatti, representantes de la querella
“El testimonio de ella es la primera prueba de que dice la verdad. Tuvo la fortaleza de enfrentar lo siniestro y denunciarlo”. Así comenzó el alegato de los querellantes. “Ella no quería que dijeran que estaba ahí (en su trabajo) por ser la minita de Alperovich sino por su labor. Ella brillaba en su trabajo. Su desempeño era impoluto. Estaba disociada de lo que le estaba pasando, de los ataques que sufría”, agregó.
“Ella estaba decidida a no contarle nunca a nadie lo que había pasado. Ella es otra víctima de los ataques machistas que prefieren no creer una denuncia. Ella se liberó luego de haber hecho la denuncia”, remarcó. Rovatti, en tanto, destacó: “Alperovich dijo que todo esto es una gran mentira, que él no hizo nada de lo que se lo acusa, que se trata incluso de una denuncia falsa enmarcada en una campaña sucia preparada por -el diputado nacional- Carlos Cisneros, supuesto enemigo suyo toda la vida, y por -el exconcejal de San Miguel de Tucumán y ex novio de la denunciante- David Mizrahi. (...) Nada de esto resulta creíble ni verosímil: no tiene ningún sentido”.
“Quedó probado que Alperovich le ofreció plata a la víctima para que la denuncia no se presente. Pero ella no busca fama, ni cargos, ni plata. Lo que busca es justicia”, aseveró el letrado.Ellos pidieron 22 años de prisión para el imputado.
"Él no es un violador"
Augusto Garrido, defensor
“No es sensato que una persona a los 60 y pico de años se vuelva loca y decida violar a su sobrina segunda. Él no es un violador”. Así comenzó el alegato del defensor Augusto Garrido, que se extendió a lo largo de siete horas. “En este juicio hay una inversión de la carga de la prueba. Tratamos de probar que el hecho no existía. A eso nos dedicamos. Es al revés de lo que suele hacerse en cualquier juicio. Me propongo el desafío de demostrar que los hechos no existieron”, dijo.
“Ella (la denunciante) estaba decidida a buscar algún tipo de arreglo económico. Pretendía encarar una negociación. Alperovich nunca pretendió negociar nada. No es sensato que una víctima de abuso se siente a negociar con su abusador. Y menos con el “superpoderoso” Alperovich”, remarcó.
Y agregó: “No existió un abuso sexual contra la joven. Quedó más que demostrado que Alperovich no ejerció ningún tipo de violencia contra ella, como sí lo hizo David Mizrahi”. “Hay un montón de acciones de ella que no tienen ninguna lógica”, aseveró. “Fue un relato calculado, frío. Y el relato de una víctima debe ser lógico, sobre todo en caso de violencia de género. Y no fue este el caso. Hay muchas inconsistencias”, finalizó, tras lo cual pidió la absolución de su cliente.