Comprender los procesos biológicos del envejecimiento podría mantenernos más saludables. Un nuevo estudio en conjunto de la Universidad de Illinois y la Universidad de Nebraska-Lincoln (Estados Unidos) encontró un vínculo entre la velocidad a la que envejece nuestro cerebro y los nutrientes de nuestra dieta. Los resultados fueron publicados en NPJ Aging.

Los investigadores compararon escáneres cerebrales con la ingesta nutricional de 100 voluntarios de entre 65 y 75 años, buscando conexiones entre ciertas dietas y un envejecimiento cerebral más lento. 

Problemas de memoria durante la menopausia: cuáles son los olvidos más frecuentes y qué hacer para evitarlos

Así, identificaron dos tipos distintos de envejecimiento cerebral, encontrando que el envejecimiento más lento estaba asociado con una ingesta de nutrientes similar a la obtenida a través de la dieta mediterránea, que en estudios previos se ha demostrado que es una de las mejores para nuestro cuerpo.

¿Por qué se asocia a la dieta mediterránea con el cuidado de la memoria?

Los participantes del estudio que mostraban un envejecimiento cerebral más lento tenían un perfil nutricional distintivo.

Este perfil incluía una combinación de ácidos grasos (como los ácidos vaccénico, gondoico, alfa linolénico, eicosapentaenoico, eicosadienoico y lignocérico), antioxidantes y carotenoides (incluyendo cisluteína, transluteína y zeaxantina), dos formas de vitamina E y colina.

Estos componentes, característicos de la dieta mediterránea, parecen ser fundamentales para mantener la salud cognitiva a medida que envejecemos.

Nichola Ludlam-Raine, dietista y autora de "Cómo no comer productos ultraprocesados", comenta que los resultados del estudio no son sorprendentes.

"Cada vez se reconoce más el efecto positivo que tiene la dieta mediterránea en la salud del cerebro", explica. "Está respaldado por un creciente conjunto de evidencias que vinculan su perfil de nutrientes con la función cognitiva y la neuroprotección", suma.

¿Cómo se compone una dieta mediterránea?

La dieta mediterránea se caracteriza por un consumo reducido de carnes y carbohidratos. En su lugar, se enfoca en una mayor ingesta de alimentos de origen vegetal y grasas monoinsaturadas saludables, de acuerdo a la información que brinda Medline Plus.

Adoptar la dieta mediterránea puede contribuir a mantener niveles de azúcar en sangre más estables, reducir el colesterol y los triglicéridos, y disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas y otros problemas de salud.

Cómo seguir la dieta mediterránea

La dieta mediterránea se basa en los siguientes principios:

Predominio de alimentos vegetales:

Las comidas incluyen principalmente vegetales, con cantidades reducidas de carne de res y pollo.

Se priorizan las porciones de granos enteros, frutas y verduras frescas, nueces y legumbres.

Alto contenido de fibra:

Se consumen alimentos que naturalmente contienen altas cantidades de fibra, lo que contribuye a la salud digestiva y al control de los niveles de azúcar en sangre.

Consumo de pescado y mariscos:

El pescado y otros mariscos se consumen con frecuencia, reemplazando a las carnes rojas como principal fuente de proteína.

Aceite de oliva como fuente principal de grasa:

El aceite de oliva, una grasa monoinsaturada saludable, se utiliza como la principal fuente de grasa en la preparación de los alimentos.

Preparación sencilla de los alimentos:

Los alimentos se preparan y sazonan de manera simple, evitando el uso de salsas pesadas y jugos de carne.

Alimentos limitados o excluidos en la dieta mediterránea

La dieta mediterránea recomienda consumir en pequeñas cantidades o evitar por completo los siguientes alimentos:

Carnes rojas

Dulces y postres

Huevos

Manteca