Según estudios médicos recientes, en el mundo pueden existir millones de personas que padecen diabetes tipo 2 y aún no fueron diagnosticadas. Y es que durante varios años, los síntomas de tener niveles de azúcar elevados en la sangre pueden ser difíciles de detectar o, en muchas ocasiones, se los relaciona con otras enfermedades o afecciones.

Cómo incide en la diabetes tipo 2 comer yogur

No obstante, los profesionales de la salud explican cuáles son los síntomas más comunes que deben alertarnos y llevarnos a una consulta médica. En este marco, se pone foco en los síntomas nocturnos que suelen avisar al paciente, de manera contundente, que puede padecer la enfermedad.

Recientes estudios determinaron que esta enfermedad no afecta en su mayoría solo a adultos mayores, sino también a jóvenes, quienes suelen tener menos probabilidades de ser diagnosticados. Según una investigación realizada en Latinoamérica, la diabetes mellitus (cuando las personas no responden bien a la insulina) es diagnosticada recién a los 48 años.

Algunos pacientes con diabetes deben inyectarse insulina a diario. (Shutterstock)

Síntomas nocturnos que podrían indicar Diabetes tipo 2

A diferencia de la diabetes tipo 1, que sucede cuando el páncreas de la persona no produce insulina, el cuerpo de las personas que padecen diabetes tipo 2 tiene problemas para procesarla.

En esta línea, según el Servicio Nacional de Salud británico (NHS por sus siglas en inglés), los síntomas nocturnos que podrían indicar que tenés diabetes tipo 2 son:

- Orinar más de lo habitual.

- Sentir sed todo el tiempo.

- Picazón alrededor del pene o la vagina, o aftas repetidas.

- Picazón en la piel.

- Boca seca.

- Aliento dulce.

- Hormigueo o entumecimiento en el cuerpo.

Otros síntomas que también deben alertarnos

- Sentirse muy cansado.

- Bajar de peso, sin intentarlo.

- Tener cortes o heridas que tardan más en sanar.

- Tener visión borrosa.

- Parches de piel oscura.

- Infecciones frecuentes.

- Irritabilidad.

- Mala higiene dental.

En caso de presentar estos síntomas, será necesario acudir a un médico que, en caso de requerirlo, haga los exámenes y derivación pertinentes para comenzar cuanto antes a tratar la afección.

El tratamiento usualmente consiste en hacer un cambio de estilo de vida y comer saludable, hacer ejercicio con regularidad e ir a controles con el médico tratante.