Desde la asunción de Rossana Chahla como intendenta de San Miguel de Tucumán, el tratamiento de los residuos adquirió características sobrenaturales. Como si se tratara de una película de ciencia ficción, uno a uno fueron desapareciendo los contenedores de basura en barrio Sur y el microcentro sin que ninguna autoridad se pronunciara al respecto. Ahora anuncian la “descontenerización” para favorecer la “separación de residuos”. Años llevó educar a los ciudadanos para que entendieran que las bolsas no podían dejarse en el suelo, en la puerta de su casa, sino que debían colocarse en un contenedor. Retrocedimos décadas, tuvimos que volver a dejar la basura en la vereda, cuando sabemos que en cuestión de minutos estará rota, esparcida por el suelo, exponiendo la intimidad de los vecinos, favoreciendo la contaminación del ambiente y arriesgando la salud de la población. Por lo expuesto me pregunto: ¿a quién quieren engañar con discursos de cuidado del medio ambiente y reciclaje en estas condiciones? No existe país desarrollado en el mundo que no utilice contenedores de residuos, más aún para la separación se utilizan contenedores de diferentes tamaños y colores (vidrio, papel y cartón, plástico y latas. Incluso aceite y pilas). Espero que revean esta política medieval que denota su improvisación y genera atraso.

María Soledad Iriarte

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