Con una remera de Pedro Páramo (novela del mexicano Juan Rulfo), Blas Rivadeneira, escritor, doctor en Letras y docente de la esa carrera en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) llega a la librería reafirmando esa idea que señala que lo que vestimos también habla por nosotros. Blas es fanático de los libros y de la escritura, ya no quedan dudas.

“Alicia en el país de las maravillas”, confiesa. Con ese libro ingresó al mundo de la literatura cuando solo tenía ocho años y el complejo texto del escritor inglés, Lewis Carroll, le resultaba un desafío que tenía que sortear antes de que su mamá (maestra de Matemática) devolviera el ejemplar a la biblioteca de la escuela.

Citas de lectura: “Al abrir un libro espero hallar sabiduría”, dice María Lobo

Durante esta charla la librería se convierte en un escenario casi paradisíaco para los amantes de la lectura e invita a reflexionar sobre todos los mundos posibles que esperan ser leídos acorazados entre las tapas de los libros. En cada una de las entrevistas de “Citas de lectura” conocemos la perspectiva de diferentes escritores locales, quienes aportan su particular mirada sobre el oficio de escribir y la labor del lector.

-¿Qué te dan los libros que no encontrás en otra cosa?

- Es una experiencia corporal que te atraviesa. Uno puede vivir muchas dimensiones distintas de lo que puede ser la vida cotidiana. La literatura explota eso que es transversal para nosotros: el lenguaje.

Según este docente universitario, el uso de la lengua está muy empobrecido en el día a día, entonces, la literatura hace eso: explotar el lenguaje en sus múltiples posibilidades.

- ¿Por qué leés?

- Porque tengo una pasión por vivir todas esas otras experiencias que no necesariamente tienen que ver con lo placentero, sino también se pueden leer dimensiones que tienen que ver con lo triste, uno puede vivir distintas vidas a través de los libros. Es una frase hecha pero tiene algo de verdad.

Recomendaciones

Agarra el ejemplar de “Poesía completa” de Alejandra Pizarnik (escritora argentina, 1936-1972) y confiesa que a los 14 años, cuando ya sabía que su destino era leer y escribir, fue este poemario el que le abrió las puertas al género.

Juan Carlos Onetti (escritor uruguayo, 1909-1994) sigue en su lista porque lo considera un autor imprescindible para quienes les gusta la literatura, especialmente su célebre relato “Para una tumba sin nombre”.

Concluye con “El portero y el otro” de Mario Levrero (escritor uruguayo, 1940-2004). “Hice mi tesis doctoral leyendo su obra y éste es un libro muy importante porque marca un pasaje entre una etapa más ligada a lo onírico y el Levrero que se hace más conocido para la crítica, que es con “La novela luminosa” (obra póstuma)”.

El Festival Internacional de Literatura (Filt), que este año cumplirá su octava edición, tiene a Blas como uno de los organizadores, junto a Sofía de la Vega y Ezequiel Nacusse, ambos escritores tucumanos. Se realizará los días 19, 20 y 21 de julio en las instalaciones del Museo de la UNT (Munt), así que aprovechando esto, Blas trae a colación tres recomendaciones más de escritores que pasarán por este festival. Uno de ellos es Michel Nieva (escritor argentino, 1988), que con su última novela “La infancia del mundo” nos introduce en el escenario de una Argentina posapocalíptica que tiene como protagonista a un “niño dengue”. También estará Selva Almada (escritora argentina) quien irrumpió en la escena de las letras argentinas con la novela “El viento que arrasa”, primer libro que hoy conforma una potente trilogía junto con “Ladrilleros” y “No es un río”. Y, finalmente, a Guillermo Saccomano que, según Blas, en “El buen dolor” narra de manera muy conmovedora uno de los que tópicos más importantes de la literatura: la relación con el padre.

Hay frases que se impregnan en nuestra memoria, Blas recuerda un fragmento de una poema de Fabián Casas (escritor argentino, 1965) que en “Mineral water” dice algo así: “el chico le dice a la chica: ‘Si no pensás en nada, si no pensás, vas a oír al lápiz de Salinger girando en el sacapuntas’”.

- ¿Cómo contagiar el amor por la lectura?

- Lo principal -y lo digo desde el lado docente- es que uno sea un lector. No podés transmitir ese fuego si no lo vivís, es una cuestión importante. La literatura aporta una zona que no aportan otros dispositivos de entretenimiento o goce. Frente a tanta velocidad en estos tiempos contemporáneos es un freno.

-¿Esto no pareciera una batalla desleal?

- Creo que al mismo tiempo es una ventaja de la literatura esta lucha contra la inmediatez. Por eso no es casual que los lectores jóvenes lean sagas que son muy voluminosas. La idea de los jóvenes leyendo Harry Potter es otro universo es otro espacio temporal diferente a lo que generalmente están sometidos en la vida cotidiana. Eso es algo que tiene que explotar la literatura, creo que intentar ella misma volverse Tik Tok no es la salida, sino que hay otra forma de vincularse con lo real o con la realidad, con la subjetividad y que es muy distinta a la de estos dispositivos.

- ¿Cómo ves la actualidad de la literatura argentina y latinoamericana?

- El fenómeno de la irrupción de las editoriales independientes permitieron que emerjan muchas voces nuevas. Eso le da potencia y vitalidad a la literatura argentina y le vale el reconocimiento a nivel internacional a escritores como Selva Almada, Samanta Schweblin, Fernanda Trías (uruguaya) o al propio Michel Nieva. En términos futbolísticos, el potrero de las editoriales emergentes generó eso.