Por más sencillo que parezca, realizar una correcta manipulación de alimentos en casa no es tarea fácil. La conservación adecuada de los alimentos es crucial para evitar su descomposición y posibles enfermedades. En este artículo, te ofrecemos algunos consejos para conservar los huevos de manera efectiva.

¿Dónde guardar los huevos?

Una de las preguntas más frecuentes es dónde se deben guardar los huevos. Según la bromatóloga María José Godoy, "no es necesario guardarlos en la heladera, ya que los cambios térmicos generan condensación y esto debilita la cáscara del huevo, dejándola permeable y permitiendo la entrada de bacterias". Aunque pueden conservarse en la heladera, lo ideal es mantenerlos en un lugar fresco y seco para evitar variaciones extremas de temperatura.

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Plazo de consumo de los huevos

Godoy sugiere consumir los huevos entre los 12 y 18 días desde su producción. "Con el paso del tiempo, el producto empieza a deteriorarse el doble de rápido", afirma. Esto resalta la importancia de tener en cuenta la fecha de producción para asegurar su frescura y seguridad.

¿Cómo chequear la frescura de los huevos?

Determinar si un huevo está en buen estado puede hacerse sin necesidad de romperlo. Un método sencillo es sumergir el huevo en un vaso con agua y un 10% de sal disuelta. Si el huevo flota, significa que ya no es apto para el consumo. Si se hunde rápidamente, está fresco. Si tarda unos segundos en llegar al fondo, aún está en buen estado, pero debe consumirse pronto.

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Otro método es cascar el huevo y observar su comportamiento en un plato. Si la yema queda compacta y el huevo no se expande demasiado, está fresco. Si la yema se difumina por todo el plato, no es fresco.

¿Qué pasa si hay sangre en el huevo?

Encontrar sangre dentro del huevo puede ser alarmante, pero es una condición normal. Según Godoy, "esto ocurre porque el huevo fue fecundado, pero la maduración no prosperó". La presencia de sangre no afecta el sabor ni la seguridad del huevo, por lo que puede consumirse sin problemas.