Una ola de robos y asaltos sacudió a los habitantes y a quienes asisten a los centros universitarios ubicados en la zona del parque 9 de Julio en las últimas semanas. Los vecinos manifestaron su preocupación y las consecuencias que sufren a causa de la inseguridad. El secretario general de la Universidad Nacional de Tucumán habló sobre el relanzamiento del sistema “corredor seguro”.

La zona del parque 9 de Julio es conocida por la inseguridad que reina en la zona en cualquier momento del día. La modalidad delictiva más utilizada eran los arrebatos o asaltos a quienes circulaban por las inmediaciones del parque, las personas que esperaban en las paradas de colectivos o a los estudiantes que salían de clases, pero en el último tiempo comenzaron a ser más frecuentes los asaltos en el interior de las viviendas, algo que agotó la paciencia de los vecinos.

Algunas víctimas contaron que sufrieron entre dos y tres robos en sus hogares en un lapso de tres semanas. “Es de levantarnos todos los días y salir a mirar qué es lo que te falta. Puede ser la rueda de auxilio, la batería del auto, los medidores de agua y gasa. Son robos cometidos por gente que está buscando cómo drogarse. Estamos hartos”, le manifestó María Soledad Heredia a LA GACETA.

PREVENIR. Ponen alambre de púas así los ladrones no entren a las casas.

Los vecinos plantearon que siente desprotección por parte de la Policía y que la ausencia del personal sería el principal problema por el cual se intensificaron estos ilícitos. “Estamos a cuatro cuadras de la Seccional 11ª y nos roban todos los días. Si das una vuelta por el barrio parece una cárcel enorme con todos los barrotes y alambres de púas, pero los que vivimos encerrados somos los vecinos. Los delincuentes andan caminando”, apuntó Marcelo Ortiz. “Tienen que entender las autoridades que esta zona dejó de ser blanco de hurtos menores”, añadió Marcos Cabrera.

Daños económicos

Los damnificados contaron que además de sufrir el robo y pasar por una situación angustiante, deben afrontar un importante gasto para reparar los daños, sobre todo cuando atacan los medidores de agua y de gas. Cabrera contó que el martes a la noche en una sola cuadra robaron el bronce de cinco medidores de gas y dejaron las llaves abiertas. “Es un peligro, no les importa nada”, dijo. “El damnificado con suerte se queda sin agua o gas durante una semana y encima tiene que gastar más de $150.000”, señaló Fernanda Castellano.

DAÑOS. Según un vecino, en una noche robaron cinco medidores.

Además de reparar los daños, los vecinos también tuvieron que invertir los ahorros que tenían destinados para otro fin para poder reforzar la seguridad de sus hogares ya sea contratando seguridad privada o reformando sus casas. Estela Villafañe contó que tuvo que suspender un viaje hacia Salta para utilizar ese dinero en instalar una reja extra. “Eso es lo que logra la inseguridad, sacarnos de una buena vida. Ya no sabemos qué hacer. Blindamos nuestros hogares con rejas, ponemos alambres, sensores, alarmas y lo mismo seguimos siendo atacados”, expresó. “Al no haber policías, aparecen los vigilantes que pretenden cobrar servicios de vigilancia. Si no les pagás, empezás a sufrir los robos”, denunció Gustavo Bollea. LA GACETA intentó comunicarse con el Jefe de Zona de los lugares afectados pero no tuvo respuesta.

“Corredor seguro”

A raíz de los asaltos que denunciaron los alumnos y empleados de la UNT, las autoridades de la alta casa de estudios anunciaron el regreso del sistema de corredores seguros en la zona del Centro Prebisch.

El secretario general de la UNT ,José Hugo Saab, en diálogo con LG Play informó que el protocolo comenzó a funcionar el lunes luego de reunirse con los decanos de las facultades, la motorizada y los jefes de las comisarías cercanas al parque.

Parque 9 de Julio: los puntos clave de la revalorización del emblemático paseo de los tucumanos

“Hemos acordado tener policías de forma permanente y lo que le compete a la Universidad es dar charlas dentro de las unidades académicas informando a los alumnos que salgan por la avenida (Benjamín Aráoz) y no por el interior del parque. También le dimos a la policía los horarios picos, donde hay más cantidad de alumnos y más peligros”, comentó. Saab explicó que la presencia policial se había distendido porque el personal se vio afectado a otras tareas que pedía el Ministerio de Seguridad.

Esta semana se pudo observar sobre la avenida Benjamín Aráoz al 800 filas de motoristas y patrullas circulando por los alrededores del parque.