La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) votó a favor de recomendar los beneficios de un nuevo fármaco para el alzheimer.

El donanemab de Eli Lilly ralentizó la disminución de las habilidades de pensamiento en pacientes con alzheimer en etapa temprana: los datos de la compañía mostraron que los pacientes que tomaron donanemab tenían un riesgo un 37% menor de progresión de la enfermedad durante 18 meses en comparación con los pacientes que recibieron un placebo.

Dado que no existe una cura para el alzheimer o un cambio en el estilo de vida que pueda resucitar la pérdida de memoria, el panel del lunes concluyó que las consecuencias de la enfermedad de alzheimer son tan significativas que incluso un beneficio modesto puede valer la pena.

“Hay una enorme necesidad insatisfecha aquí”, dijo Sarah Dolan, representante de los consumidores del panel, reportó el New York Times . El donanemab actúa dirigiéndose al amiloide, una proteína que puede acumularse en el cerebro de los pacientes.

¿Cuándo se aprobará el nuevo medicamento contra el alzheimer?

La FDA reglamentó el año pasado la vacuna Leqembi, de Eisai Inc. y Biogen. Y en caso de que la donanemab de Eli Lilly sea aprobada, el nuevo tratamiento se convertiría en un rival potencial y en el segundo medicamento para la enfermedad. Las autoridades deberán tomar una decisión a finales del 2024.

Alzheimer: resultados del estudio sobre el nuevo medicamento  

El fármaco ralentiza el deterioro cognitivo y los problemas de memoria. Al respecto, el estudio de Lilly -que incluyó a 1,700 pacientes- asegura que la efectividad equivale a pocos meses de progresión lenta. Sin embargo, dudan acerca de si tanto las familias como los pacientes notarán los cambios.

El estudio encontró que los pacientes que recibían infusiones intravenosas mensuales de donanemab disminuyeron alrededor de un 35% más lentamente que los que recibieron un placebo, según Live Now Fox.

El principal problema de seguridad con donanemab fue la inflamación y el sangrado cerebral, que resulta ser un problema común a todos los medicamentos dirigidos al amiloide, así reportó el medio anteriormente mencionado.