Aunque la avena y la leche son considerados alimentos saludables, existe una idea en torno a las consecuencias que desencadena la fusión de ambas. Los dos ingredientes contienen diferentes tipos de grasas, por lo que se cree que consumir leche con avena aumenta de peso.

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La leche entera contiene un mínimo de un 35% de grasa cada litro. De esa cantidad, cerca del 99% está constituida por lípidos. Por otra parte, la grasa de la avena está compuesta por un 65% de ácidos grasos insaturados y un 35% de ácido linoleico. 100 gramos de avena contienen la cantidad necesaria de grasa que tiene el cuerpo.

¿Tomar leche con avena engorda?

Para empezar, cabe aclarar que todos los organismos reaccionan de forma diferente a los alimentos. El metabolismo influye en su procesamiento, por lo que la misma cantidad de comida puede impactar de forma distinta en un cuerpo y en otro. Por otra parte, no se puede asegurar por sí solo, que la leche con avena engorde, porque también depende de la cantidad y frecuencia con que se consuma.

Según AXA Health Keeper, hay que consumir avena en cantidades adecuadas para evitar que el aporte calórico sea superior al recomendado. A la hora del desayuno la medida ideal de este cereal para consumir es de 30 gramos. Este aporte de 114 calorías se consume sin problemas a lo largo del día.

Por su parte, la leche entera no es un alimento que aporte demasiadas calorías por lo que su consumo no se relaciona con la obesidad en niños ni en adultos. Un estudio dirigid por investigadores del hospital St. Michael de Toronto, Canadá, demostró que los niños que toman leche entera son más delgados que los que consumen leche desnatada.

Cuántas calorías debo consumir por día

Históricamente se habló de que la cantidad justa por día asciende a las 2.000 calorías. Sin embargo, nuevamente, el número depende de la contextura física y la activida física de cada persona. 

Los niños y niñas sedentarios de dos a seis años deben consumir entre 1000 y 1400 calorías diarias; los activos, entre 1000 y 1800. Desde los siete y hasta los 18, los niños sedentarios deben ingerir entre 1400 y 2400 calorías y las niñas entre 1200 y 1800. Los niños activos en la misma edad deben consumir entre 1600 y 3200 calorías y, las niñas, entre 1600 y 2400.

Los adultos sedentarios entre 19 y 60 años deben consumir entre 2200 y 2600 calorías y las mujeres que no realizan actividad física, entre 1600 y 2000.  Para los hombres adultos activos se recomiendan entre 2400 y 3000 calorías y, para las mujeres, entre 1800 y 2400.