El clima de Copa América ya se respira en Estados Unidos. A menos de dos semanas del comienzo del certamen, Argentina disputó en Chicago el primero de sus dos amistosos previos al torneo continental; aunque el único que realmente puede calificarse de competitivo. Y aunque no brillaron, los dirigidos por Lionel Scaloni marcaron la diferencia de jerarquía existente con Ecuador y se impusieron por 1-0, con gol de Ángel Di María.

Pese a la exigencia del rival (que terminó siendo menor de la esperada), Scaloni decidió no utilizar a su equipo “ideal” desde el arranque y darle rodaje a algunos jugadores que no son habitualmente titulares, pero que sí suelen sumar muchos minutos: caso de Gonzalo Montiel, Lisandro Martínez (vuelve de una lesión), Leandro Paredes y Giovanni Lo Celso. Además, por tercera vez en su ciclo, mandó a Lionel Messi al banco y, también por tercera vez, juntó desde el arranque a Julián Álvarez y Lautaro Martínez, que conformaron el ataque junto a Di María.

En la primera mitad, fue todo de Argentina. Con un De Paul muy activo en la mitad de la cancha, asumiendo la conducción del equipo, y con un preciso Paredes metiéndose entre los centrales para controlar el juego, el seleccionado nacional fue amo y señor de la posesión, aunque el problema estuvo en el campo rival: Ecuador, con su 4-2-3-1 habitual desde la llegada de Félix Sánchez, se abroqueló bien atrás y encontrar espacios fue una tarea muy compleja para los de Scaloni. Sobre todo, porque Lautaro y Julián no se sintieron del todo cómodos jugando juntos y tuvieron que alejarse bastante del área para poder participar.

Tampoco tuvo tanta incidencia, al menos durante los primeros minutos, Di María. Pese a que fue el primero en intentar un remate al arco (a los 20‘, por arriba del travesaño), “Fideo” no encontró espacios por la izquierda, por lo que cambió de banda. Allí, por la derecha, como en la final de la Copa América 2021 ante Brasil, terminó siendo clave.

Sin tanta dinámica, y con poco aporte de los laterales, Argentina pudo generar un par de llegadas más desde la pelota parada. A los 25‘, Hernán Galíndez, el arquero nacido en nuestro país que ataja para Ecuador, tuvo una muy buena respuesta ante un zurdazo de Lisandro Martínez, que capturó un fallido despeje rival; y cinco minutos después, Marcos Acuña capturó de aire un rebote tras un córner en la puerta del área, pero su remate se fue muy desviado.

Cuando el 0-0 parecía inamovible, al menos durante la primera mitad, llegó la genialidad inesperada.

Cristian “Cuti” Romero, el agresivo y tiempista central del seleccionado nacional, vio un hueco y se mandó al ataque. De Paul, pasando la mitad de la cancha lo vio sólo en la puerta del área, y le cedió la pelota. Y allí, como si vistiera la “10” en la espalda, “Cuti” amagó un remate con la zurda y giró hacia el otro lado, desairando a su marcador, para posteriormente asistir a Di María, que ingresó como un tren por el sector derecho del área.

Ante la salida de Galíndez, “Fideo”, en una muestra de jerarquía, definió con un toque sutil con la punta de su botín izquierdo, contra el palo rival, para abrir el marcador. Una gran (e inesperada) combinación, de las que no se habían visto hasta el momento, le dieron la ventaja parcial a la “Scaloneta”.

En la segunda mitad, al menos durante el primer tramo, se mantuvo el dominio albiceleste, aunque con menos fuerza. Aún así, Lautaro Martínez, con un cabezazo sin marca tuvo el 2-0, pero su remate fue a las manos de Galíndez. A los 10‘ minutos, llegó el momento que todo el Soldier Field, y todos los argentinos en sus casas esperaban: el ingreso de Messi, que reemplazó a Di María.

Pero, pese a la expectativa que siempre genera, el capitán de la Selección no pudo participar demasiado del juego. De hecho, tras su ingreso (que fue acompañado de la entrada de Enzo Fernández), el partido comenzó a pincharse. Ecuador se adelantó unos metros e intentó generar peligro, pero tuvo muy poco peso ofensivo. Además, cuando pudo progresar, se topó con la gran actuación de Romero y Lisandro Martínez en la zaga central.

Quizás, las emociones más importantes durante la media hora final del partido se dio con alguna combinación esporádica argentina que no tuvo mayor repercusión, o con las arriesgadas salidas desde el fondo que, en más de una ocasión, hicieron contener el aliento a los espectadores por lo cerca que estuvieron de terminar en un blooper. Pero nada cambió; ni en el trámite ni en el resultado, y Argentina selló un triunfo que ratifica su jerarquía. Eso sí, la victoria también anticipa que todavía quedan detalles por ajustar de cara a la Copa América. El viernes, contra Guatemala, tendrá su última prueba antes del comienzo del certamen.