Ursula von der Leyen probablemente repetirá como presidenta de la Comisión Europea, brazo ejecutivo de la Unión Europea. Su elección tendrá impacto global, también para América latina. La ex ministra de Defensa alemana encabezó la lista de la fracción más grande del Parlamento Europeo, el Partido Popular Europeo (PPE), de centroderecha, para las elecciones europeas.

En Europa, sus posiciones son claras: respalda a Ucrania contra Rusia, una economía más ecológica para la UE, facilitar el camino para que los vecinos de la UE se unan al bloque y el refuerzo de la defensa europea.

Para el resto del mundo, que debe negociar y comerciar con la Unión Europea, puede significar una perpetuación de los prtoblemas que ya existían.

Bajo un segundo mandato de Von der Leyen, la agenda con los socios latinoamericanos sigue siendo el tema del controvertido acuerdo de libre comercio UE-Mercosur, pendiente desde hace ya 22 años.

La Unión Europea vota diputados, en medio del avance de la derecha

Francia e Irlanda se oponen a abrir los mercados de la UE a los productos agrícolas importados, sobre todo a la carne vacuna, sin más compromisos ambientales de los cuatro socios latinoamericanos, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Estos países, a cambio, protestan contra el “proteccionismo verde” de la UE.

Procesos electorales

El equipo de Von der Leyen esperaba lograr un gran avance a fines del año pasado, pero el tema parece haber sido archivado nuevamente, al calor de los procesos electorales en Latinoamérica y de la división dentro de los países que hace más difícil llegar a acuerdos.

La ola de protestas de los agricultores en la UE no le facilitará la finalización del acuerdo a la próxima Comisión Europea.

Con China los acuerdos tampoco vienen fáciles. La presidenta de la Comisión Europea es una fuerte defensora de la política de reducción de riesgos en las relaciones con Pekín, a la que la UE califica de “rival sistémico”.