Entre hoy y mañana, una actividad muy poco difundida tendrá lugar en Tucumán. En las instalaciones de la Facultad de Educación Física de la Universidad Nacional de Tucumán, se disputará la segunda fecha de la Liga Nacional de Fútbol para no videntes, torneo organizado por la Federación Argentina de Deportes para Ciegos (FADEC) en su región norte. Participarán cinco equipos, dos de ellos de Tucumán: la UNT y Atlético.

Para el “decano” será su segunda participación en el certamen, ya que el año pasado disputó la competencia por primera vez, convirtiéndose en la primera institución del interior afiliada a la AFA en formar parte del evento. Sin embargo, el proyecto del equipo nació tiempo atrás y tuvo sus inicios en otro lugar.

“El grupo forma parte de un proyecto que se llama Red Mate, que trabaja con jóvenes con discapacidad visual”, le cuenta a LA GACETA Miguel Cantos, parte del equipo desde sus inicios. Justamente por eso, el nombre completo del equipo es “Atlético Tucumán Red Mate Noroeste”. Red Mate tiene como objetivo adecuar material accesible para estudiantes de secundaria o de la universidad con discapacidades visuales.

¿Y cómo se relaciona esto con el fútbol? “Durante la pandemia, el grupo de jóvenes quería realizar alguna actividad porque no iban a la escuela. Con Nicolás Ferreyra, uno de mis compañeros decidimos comprar una pelota de fútbol sonora y buscamos un lugar para poder juntarnos a jugar de manera recreativa”, recuerda Cantos.

Así, plenamente por diversión, hombres y mujeres mezclados comenzaron a jugar al fútbol en el complejo deportivo de SEOC; y con el fin de la pandemia mantuvieron la costumbre, principalmente los fines de semana en algunas canchas de fútbol 5. Después de un tiempo, las ganas de empezar a competir aparecieron sabiendo de la existencia de la Liga Nacional, aunque había algunos escollos por superar.

Foto: Gentileza Matías Concha

“Como nosotros no tenemos personería jurídica, necesitábamos buscar un espacio que nos contenga y nos dé el aval para poder disputar el torneo”, explica Cantos. Por eso, a través de Instagram, se contactaron con Gabriel Alperovich, vicepresidente de Atlético, que los invitó a hablar con Luis Farina, encargado del área social del club.

“Nos juntamos con él, le presentamos nuestra idea, le contamos quiénes éramos, qué hacíamos y que esta actividad recreativa se había transformado en un deseo que tenía el grupo de poder hacerlo de manera competitiva”, asegura Cantos. En Atlético, recibieron la idea con los brazos abiertos y allí comenzó el camino para el armado del equipo, que se dio a principios de 2023.

Obviamente, una vez que el proyecto comenzó a tomar mayor seriedad, el equipo fue evolucionando. “En los inicios atajaba cualquiera; los compañeros que tienen baja visión ya que era informal” recuerda. “Cuando la actividad ya se hizo formal, empezamos a reclutar arqueros, guías, llamadores”, agrega.

Actualmente, según el relato de Cantos, el equipo cuenta con 13 jugadores de campo, además de cuatro arqueros, quienes cumplen también el rol de guías, que son quienes se ubican detrás del arco rival para orientar a los delanteros. “Tenemos jóvenes de Alderetes, de Aguilares, de Banda del Río Salí, de El Manantial y un muchacho de Termas de Río Hondo. También algunos alumnos de la escuela Luis Braille, otros estudiantes de la facultad o de alguna otra carrera de nivel superior”, enumeró.

Ferreyra, un joven abogado de 25 años, es uno de los fundadores del proyecto y quien tiene un pasado exitoso dentro del deporte.  “A los siete años, por iniciativa de mi mamá, arranqué con la natación. Posteriormente practiqué atletismo, hice parapente, jugué goalball y torball, que son dos deportes específicos para ciegos”, repasa su larga y amplia trayectoria en las distintas disciplinas.

Entre 2013 y 2020, Ferreyra, que es ciego de nacimiento a causa de una retinopatía, formó parte de la selección argentina de natación adaptada y participó en dos Juegos Parapanamericanos Juveniles, en uno de los cuales obtuvo medalla. Desde hace un tiempo, es uno de los encargados del equipo de fútbol para ciegos a causa de su puesto en la Red Mate, de la que es parte del equipo de coordinación.

“El proyecto surgió con la idea de fomentar esta disciplina en Tucumán y de crear una alternativa más a la que ya existía, que era el equipo de la UNT. Este desafío hoy nos encuentra abocados no sólo a la parte deportiva sino también a la organizativa. Es algo que disfruto mucho”, subraya.

Hasta el momento, los resultados vienen siendo esquivos. Claro, el año pasado el equipo tuvo recién su primera Liga Nacional, en la que igualmente pudo obtener un par de triunfos. Y el comienzo de esta nueva Liga tampoco fue el esperado: en la primera fecha, Atlético sumó cuatro derrotas.

De todas maneras, aseguran los protagonistas, la intención principal del equipo es seguir progresando. “Estamos trabajando mucho la parte física, también la técnica y táctica. Vamos de a poquito porque es un equipo nuevo. A muchos chicos les falta en la parte técnica, así que estamos haciendo mucho hincapié en eso”, advierte el DT Matías Concha.

El combinado lleva adelante sus entrenamientos los martes, jueves y sábado en el albergue José Fierro, ubicado en San Andrés. El principal objetivo es que los jugadores se afiancen cada vez más en una disciplina que hace poco tiempo comenzaron a practicar de manera más seria. “La idea es que los chicos puedan adquirir algunas habilidades. Tengo la fe y la esperanza de que vamos a ir mejorando de a poco”, enfatiza Concha.

Y es que claro, más allá de la ambición deportiva, el espacio se constituye como un lugar que trasciende los resultados. “Esto es inclusivo y busca generar oportunidades para mejorar la calidad de vida del colectivo con discapacidad visual”, sostiene Cantos; una definición perfecta de lo que busca el equipo, que apunta a empezar a sumar en la Liga este fin de semana jugando en casa.