La quiebra es una situación jurídica en la que una persona (persona humana), empresa o institución (personas jurídicas) no puede hacer frente a los pagos que debe realizar, porque estos son superiores a sus recursos económicos disponibles (activos). Si una autoridad judicial lo acepta, se abre un período en el que los acreedores deben presentar y justificar las deudas que tienen a su favor. Una vez cumplido con este paso, el quebrado establece una forma de pago para cumplir con sus obligaciones. Esa es la estrategia a la que recurrió Edgar Bacchiani con la que trataría de descomprimir su situación procesal. Solo en uno de los dos procesos, al titular de Adhemar Capital le reclamaron el pago de más de $4.000 millones, pero sólo fueron aceptados poco más de $1.200 millones.
El autodenomidado “Trader God” (Dios de las Transacciones) creó la empresa Adhemar Capital para hacer operaciones con la compra y venta de criptomonedas. Captaba capitales en dólares y pesos a cambio de comisiones de entre el 7% y el 20% mensuales durante seis meses. Por ejemplo, si una persona entregaba U$S10.000 con una tasa del 15%, al finalizar el contrato, terminaba recibiendo U$S19.000, es decir, casi duplicaba la inversión.
Bacchiani instaló su base central en Catamarca, pero después abrió sucursales en Tucumán y en Córdoba donde su propuesta fue un éxito. También captó inversionistas de Salta, Jujuy, Santiago del Estero, La Rioja, Buenos Aires y Mendoza, entre otras provincias. En febrero de 2022 comenzó con los problemas financieros y comenzó a incumplir con los pagos pactados. En abril fue detenido por orden de la Justicia Federal y por la justicia ordinaria de Córdoba.
El juez federal Miguel Ángel Contreras lo acusó junto a otras personas de realizar intermediación financiera sin autorización, defraudación, lavado de activos y asociación ilícita. La fiscala cordobesa Valeria Rissi, después de investigarlo, solicitó que sea enjuiciado por haber cometido 50 estafas, planteo que fue aceptado por el juez José Emilio Peralta y que aún no tiene fecha de realización por la apelación que presentaron los defensores del acusado.
Una idea
Mientras permanecía encerrado en la cárcel de Catamarca, Bacchiani jugó una carta fuerte para demostrar que podía pagar la deuda: pidió la quiebra de Adhemar Capital y de su persona. “Seguramente que él pretende aliviar su situación procesal diciendo que no cometió ninguna estafa, sino que incumplió contratos y que los fondos que él administró eran lícitos”, sostuvo Alfredo Aydar, abogado tucumano que representa a más de 900 damnificados.
“No tengo dudas de que la estrategia de Bacchiani y de Adhemar Capital S.R.L. apunta a lograr el avenimiento de la quiebra, que consiste en la conclusión del proceso, luego del pago al 100% de los acreedores, que deben acreditar en el expediente su conformidad con la propuesta del deudor”, agregó Jaime Roig, otro profesional que representó en el fuero Comercial a los damnificados tucumanos. “Si ello se concreta, tendrá un argumento sólido para mejorar su situación procesal en el fuero penal”, agregó.
LA GACETA se comunicó con Jorge Angelina, el defensor del creador de Adhemar Capital para que diera a conocer su postura sobre este proceso. “No hago declaraciones periodísticas, dejo que mis escritos hablen”, fue su respuesta.
La jueza en lo Comercial y de Ejecución María Virginia Cano decretó la quiebra de Adhemar el 18 de noviembre de 2022 y dispuso que los acreedores tenían plazo hasta el 10 de marzo de 2023 para presentarse con toda la documentación que fuera necesaria para demostrar la deuda que tenía el CEO con ellos. Designó como síndico al contador público nacional Carlos Atilio Boggio.
Trabas
La magistrada, en su sentencia, dispuso que los damnificados debían presentarse los martes y jueves de 18 a 20 en una oficina del Colegio de Contadores de esa provincia. Nunca se pudo establecer cuántas personas entregaron sus capitales, pero siempre se habló de un promedio de 5.500. Dos personas, en 16 horas mensuales durante menos de 90 días, fueron las encargadas de recabar la información.
Según el informe que elaboró el síndico, en ese exiguo plazo de tiempo, se presentaron 269 acreedores, de los cuales reclamaron que se les devuelva unos $4.107 millones (unos U$S3,6 millones). Sin embargo, el responsable de realizar este trabajo determinó que sólo 179 presentaron la documentación y lograron demostrar un perjuicio de $1.247 millones (unos U$S113.363). Afuera de la convocatoria se quedaron 91 personas que exigían el pago de unos $2.770 millones (más de U$S2,5 millones). En marzo pasado, la magistrada avaló el proceso.
Casi no hubo festejos entre los que fueron aceptados como acreedores. “Las quiebras, a pesar de que se tratan de un proceso legal, dejan esa sensación de injusticia”, indicó Roig. Eso es lo que sucedió en este caso. Más del 80% de los inversores aportaron su dinero en dólares, pero la deuda terminó siendo pesificada al valor de la moneda cuando firmaron el contrato. Es decir, entregaron dólares cuando tenía una cotización de $400 cada uno y ahora es de casi tres veces más. Los que aportaron pesos también perdieron, ya que se aplicó la tasa del Banco Nación, que nunca corre a la par de la inflación.
“La Justicia ordinaria de Catamarca demostró una excesiva lentitud en el trámite de estos expedientes. También avaló que se incumplieran los plazos establecidos en el calendario de la quiebra. Esto permitió que los créditos se licuaran”, sentenció Roig.
¿Podrá pagar?
Al estar avanzada el proceso de quiebra de Adhemar Capital, la gran pregunta que todos se hacen es si Baachiani podrá abonar la suma demanda. “Sí tiene dinero para responder. Pude acceder a documentación que acredita existencias certificadas de criptoactivos en Binance que al 31 de diciembre de 2021 ascendía a más de U$S 3 millones. En la actualidad, ese importe puede haber crecido exponencialmente”, explicó Roig. “También se encontraron numerosas propiedades, de cuya enajenación se encarga la sindicatura”, añadió el profesional.
Roig, dentro de todo, es optimista. “Tendremos más claridad cuando contemos con la sentencia de verificación en la quiebra de Bacchiani como persona que, inentendiblemente, sigue sin resolverse”, advirtió Roig. El “Trader God” siempre dijo que está en condiciones de devolver el dinero, pero siempre y cuando le permitan abandonar la cárcel donde se encuentra encerrado hace más de dos años. Ayer presentó un escrito solicitando permiso para salir de prisión y poder seguir de cerca el proceso, ya que sospecha que podría estar siendo víctima de una estafa.