Steve Bannon, que fue uno de los asesores más cercanos de Donald Trump, deberá presentarse ante la Justicia para cumplir una pena a cuatro meses de prisión por desacato al Congreso.
Así lo determinó el juez federal Carl Nichols. Bannon fue sentenciado en 2022, en el marco de una investigación por el asalto al Capitolio , con el que militantes trumpistas intentaron evitar la asunción de Joe Biden.
La pena se encontraba en suspenso, ya que el ex asesor del magnate apeló la sentencia. Sin embargo, ahora el juez Nichols dejó de lado la suspensión y lo instó a presentarse ante la Justicia antes del 1 de julio.
Bannon fue condenado en octubre de 2022 a cuatro meses de cárcel por haberse negado a comparecer ante el comité que investigaba el asalto del 6 de enero de 2021 al Capitolio, que tuvo lugar mientras el Congreso certificaba la victoria de Biden frente a Trump en las presidenciales de 2020.
El ultraderechista, de 70 años, es uno de los dos exmiembros del círculo íntimo de Trump que afrontaban un proceso judicial por no participar en la investigación parlamentaria.
El segundo, el exasesor del exmandatario en la Casa Blanca Peter Navarro ingresó en la cárcel el pasado marzo para cumplir otra pena de cuatro meses.
Bannon había apelado la sentencia pero un tribunal federal de apelaciones del Distrito de Columbia confirmó el pasado 10 de mayo su condena penal.
Su sentencia había quedado en suspenso a la espera de que se resolviera la apelación, según la cadena NBC News.
El comité quería que Bannon testificara porque creía que tenía algún conocimiento previo sobre lo que iba a ocurrir ese 6 de enero de 2021, cuando miles de seguidores de Trump asaltaron la sede del Congreso. Hubo cinco muertos y cerca de 140 agentes heridos.
Por qué le ordenaron a Steve Bannon que se presente a cumplir sentencia
En concreto, Bannon fue condenado por dos cargos de desacato al Congreso, uno de ellos por rehusarse a presentarse a declarar, y el otro por negarse a proporcionar documentos relacionados con su participación en los intentos de Trump de invalidar la elección presidencial de 2020.
Inicialmente, Bannon argumentó que su testimonio estaba protegido por el reclamo de privilegio ejecutivo de Trump. Sin embargo, el panel de la cámara baja y el Departamento de Justicia señalaron que esa afirmación era dudosa debido a que Trump había despedido a Bannon de la Casa Blanca en 2017 y que, por esa razón, era un ciudadano común cuando fue consultado por el entonces presidente antes de los disturbios.
Los abogados de Bannon argumentaron en un juicio que el acusado no actuaba de mala fe, sino que trataba de evitar entrar en conflicto con las objeciones de privilegio ejecutivo presentadas por Trump. El alguna vez asesor presidencial dijo que deseaba que un abogado de Trump estuviera presente en la sala para su comparecencia, pero la comisión no lo permitió.
Los abogados de Bannon dijeron a la corte de apelaciones que el fallo debía anularse debido, entre otras razones, a que el citatorio de la Comisión fue inválido, afirmaron. Bannon también alegó que el juez que supervisó el juicio anuló citatorios indebidamente, los cuales buscaban obtener testimonios y registros de los propios miembros, personal y asesores de la Comisión, los cuales, afirmaron sus abogados, pudieron haber reafirmado su defensa.
La corte de apelaciones señaló que todas estas objeciones carecen de méritos.
“Concluimos que ninguna parte de la información buscada en los citatorios del juicio era relevante para los elementos del delito de desacato, ni para ninguna defensa afirmativa que Bannon tuviera derecho a presentar en el juicio”, escribieron los jueces.