En el mercado de pases de inicio de año, Marcos Rojo, defensor y capitán de Boca, recibió una propuesta de Inter Miami para sumarse a sus filas, aunque no terminó prosperando. Meses después, el ex jugador de la Selección contó que el llamado para intentar convencerlo fue nada menos que de Lionel Messi.

"A mí me llamó Leo, no un intermediario, para ir a Inter Miami”, contó Rojo, en una entrevista radial. La verdad que no estaba convencido de irme de Boca y había renovado hacía poco”, recordó el central.

Para tomar una decisión, Rojo decidió hablar directamente con Juan Román Riquelme. “Me comuniqué con Román y le dije que, si me necesitaba, me quedaba", subrayó el defensor, que finalmente, decidió quedarse en Boca; una decisión de la que, asegura, no se arrepiente.

"Estoy muy cómodo. Con Román tenemos una relación muy buena, charlamos siempre. Con el DT (Diego Martínez) también estoy muy bien. Se dijeron muchas tonterías y eso te cansa. Diego es un gran entrenador", apuntaló.

Rojo habló sobre su expulsión contra Platense: “Fue un error enorme e innecesario”

Durante la entrevista, Rojo también reconoció que se equivocó en su accionar en el duelo ante Platense, donde terminó expulsado por doble amarilla antes de finalizar el primer tiempo.

Charlé con mis compañeros, cuerpo técnico y quienes tenía que darles mis disculpas. La primera amarilla fue un error enorme e innecesaria; me fui expulsado, dejando uno menos y ahí se complica todo. Asumo toda la responsabilidad de la derrota", expresó Rojo.

"Acepto las críticas y sé cómo es el juego. Si no fuera profesional, no hubiera hecho la carrera que hice, jugar en los equipos que jugué y estar en el nivel que estoy. Jamás lo hice y jamás voy a jugar para hacerme expulsar. Siempre jugué así, soy muy impulsivo. No soy un mala leche. Jamás jugué para lastimar a nadie. Es un ataque, sin ponerme en víctima. El fútbol argentino es duro", agregó.