PLUMELEC, Francia.- El presidente francés, Emmanuel Macron, elogió el “espíritu de sacrificio” de los libertadores al inicio de tres días de ceremonias del 80º aniversario del Desembarco de Normandía, celebradas bajo la sombra de la guerra en Ucrania.

La principal ceremonia está prevista hoy, día del 80º aniversario, en la playa conocida bajo el nombre clave de Omaha, en presencia de varios líderes internacionales, entre ellos el estadounidense Joe Biden y el ucraniano Volodimir Zelenski, pero sin su par ruso, Vladimir Putin.

La localidad bretona de Plumelec, en el oeste de Francia, abrió ayer las ceremonias con un primer homenaje a los resistentes y a los paracaidistas de la Francia libre en el seno de las fuerzas especiales británicas.

“Nuestro país cuenta con una juventud (...) dispuesta al mismo espíritu de sacrificio que sus mayores”, declaró Macron ante las unidades de élite representadas, advirtiendo de un contexto actual en el que “aumentan los peligros” en Europa.

El 6 de junio de 1944, el “Día D”, una fuerza de 156.000 soldados y 20.000 vehículos alcanzaron las playas de Normandía, donde los nazis, que a las órdenes de Adolf Hitler ocupaban en ese entonces Europa occidental, no los esperaban.

“El día más largo”

Esta titánica operación contribuyó decisivamente al fin de la Segunda Guerra Mundial en territorio europeo en 1945, con la Alemania nazi atrapada entre dos frentes: el Atlántico, en el oeste, y la Unión Soviética, en el este.

El primer ministro Rishi Sunak, el príncipe heredero William y veteranos británicos de guerra participarán en la conmemoración internacional del Día D en la playa de Omaha, en Normandía.

Los invitados más ilustres de las ceremonias son los combatientes todavía con vida, ya que, debido a su edad avanzada, podrían convertirse en el último gran aniversario en el que podrán participar. Decenas de veteranos llegaron desde Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido.

El presidente de Estados Unidos llegó ayer a París y participará hoy en las ceremonias previstas en las playas normandas, junto a Macron, el monarca británico y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.

Los dirigentes de las otrora potencias enemigas -el canciller alemán Olaf Scholz y el presidente italiano Sergio Mattarella- también participarán.

Biden homenajeará en sus discursos en las playas conocidas bajo los nombre clave de Utah y Omaha a los “73.000 valientes estadounidenses” que desembarcaron para “abrir el camino de la liberación de Francia y de Europa”, indicó la Casa Blanca.

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Pese al alto precio que pagó la Unión Soviética en la victoria final (27 millones de muertos civiles y militares) y su papel clave en la derrota de los nazis en su propio país, Putin no fue invitado.

Macron, para quien la invasión rusa a Ucrania representa una amenaza existencial para Europa, espera que la conmemoración del desembarco aliado sirva para expresar el apoyo de las potencias occidentales a ese país.

Durante su viaje a Francia, Zelenski tiene previsto abordar con Biden y con Macron las necesidades de su país en la guerra. .

“Cuando la guerra ha vuelto al continente 80 años después de la liberación de Europa”, Macron y Biden “discutirán del apoyo inquebrantable y a largo plazo que se debe dar a Ucrania”, según la presidencia francesa.

El desembarco de las fuerzas aliadas, respaldado por operaciones aerotransportadas que lanzaron tropas en paracaídas directamente sobre el suelo ocupado, fue la mayor operación naval de la historia por el número de buques desplegados y de tropas participantes.

El “día más largo”, como se conoció, marcó el principio del fin de la ocupación nazi de Europa, aunque aún quedaban por delante meses de intensos y sangrientos combates antes de la victoria sobre el régimen de Hitler.

Durante los tres días de ceremonias, Macron rendirá homenaje también a todas las víctimas civiles. En Saint-Lô, recordó a quienes murieron por los bombardeos de los aliados.

Los bombardeos destruyeron el 90% de esta “capital de las ruinas”, en palabras del dramaturgo irlandés Samuel Beckett. En Francia, murieron en total entre 50.000 y 70.000 civiles en bombardeos aliados. Anoche, también se recordó a los miembros de la Resistencia francesa ejecutados por los alemanes en la prisión de Caen, en Normandía.

Los homenajes se celebran este año días antes de las elecciones al Parlamento Europeo, que en Francia, donde los sondeos anuncian un fuerte revés para Macron, tendrán lugar el domingo.

No es la única cita electoral que sobrevuela el aniversario. Biden, que busca desmarcarse de su rival republicano Donald Trump, pronunciará mañana un discurso en la Pointe du Hoc -un promontorio en lo alto de un acantilado cuyos búnkers alemanes fueron atacados por tropas estadounidenses en un audaz asalto- sobre la defensa de la libertad y la democracia.

Del otro lado del Canal de la Mancha, el rey Carlos III, que continúa su tratamiento para curar un cáncer, pronunció un emotivo discurso en Portsmouth, en el sur de Inglaterra.

El monarca de 75 años, que retomó sus compromisos públicos a fines de abril, asistió junto a su esposa Camila. “Mientras damos las gracias a quienes dieron tanto para lograr la victoria que disfrutamos hoy, comprometámonos nuevamente a recordarlos y honrarlos”, dijo el rey a una multitud que ondeaba miles de pequeñas banderas británicas.

“Ocho décadas después, es casi imposible imaginar las emociones que se sintieron ese día, el orgullo de ser parte de tan gran misión, la angustia de no estar a la altura de la tarea y el miedo de que ese día fuera el último”, dijo el rey Carlos III.

Organizado en el mayor de los secretos por los estadounidenses, los británicos y la resistencia francesa, el desembarco del 6 de junio en Normandía abrió el camino a la derrota de la Alemania nazi y aceleró el final de la Segunda Guerra Mundial.