Según las investigaciones, el 97% de las personas tuvo un déjà vu al menos una vez en su vida y el 67% lo experimenta con regularidad. Este fenómeno, que significa “ya visto”, es una situación particular que ocurre con la memoria y tiene su explicación científica.

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Casi todos los estudios coinciden en que la frecuencia del déjà vu disminuye con la edad y que el punto máximo, con alrededor de 2,5 experiencias por año, se alcanza en adultos jóvenes de entre 20 y 24 años. Luego la asiduidad se reduce hasta convertirse en sucesos excepcionales.

El doctor Vernon Neppe define al fenómeno como “cualquier impresión subjetivamente inapropiada de familiaridad de una experiencia presente con un pasado indefinido”. En otras palabras, se trata de experimentar una familiaridad extraña con un lugar, un evento, una persona o incluso un sentimiento que, en realidad, nunca antes habíamos tenido en el pasado.

Los tipos de déjà vu que experimentan las personas

De acuerdo a la naturaleza de la experiencia, existen tres tipos de déjà.

Déjà visité: es la sensación de ya haber estado en un lugar, en una ciudad o establecimiento, aunque en realidad es la primera vez que se visita. Es habitual que quien lo experimenta se sienta familiarizado con las calles, con detalles de un lugar, como si ya los hubiera visto antes.

Déjà vécu: es la sensación de ya haber vivido una situación, aunque en los hechos es la primera vez que ocurre. Suele suceder con personas que se ven por primera vez, pero reconocen una conexión particular como si ya hubieran coincidido en el pasado. Chris Moulin, uno de los especialistas que más estudió el fenómeno, asegura que en el déjà vécu el reconocimiento es tan contundente que quien lo experimenta se comporta como si esas sensaciones fueran correctas, al margen de cuán plausible sea que la situación haya ocurrido antes.

Déjà senti: es la sensación de haber experimentado una emoción previamente, aunque sea la primera vez que se siente conscientemente. Por ejemplo, al presenciar un atardecer deslumbrante, es posible sentir una nostalgia profunda como si ya se hubiera experimentado ese momento antes.

El 97% de las personas tuvo un déjà vu al menos una vez en su vida. (Infobae)

Por qué ocurre un déjà vu

Pese a que las investigaciones científicas arrojaron algunas pistas, aún no hay una verdadera respecto al origen del fenómeno. En un artículo que escribió en The Conversation, el experto español Francisco Esteban Ruiz enumeró seis teorías que podrían explicar por qué sucede un déjà vu en la mente humana.

“Todas las teorías se basan en investigaciones y observaciones científicas. La teoría de la desincronización neuronal y la teoría de los errores de reconocimiento son particularmente interesantes porque se apoyan en sólidas bases neurológicas y cognitivas. Sin embargo, es importante reconocer que el déjà vu puede no ser explicado por una única teoría, sino más bien por la interacción de varios procesos cognitivos y neuronales”, aclaró a Infobae.

Desincronización neuronal: los mensajes sensoriales llegan directamente a la memoria a largo plazo sin pasar por la estación de control de la memoria a corto plazo. Esto crea una sensación de familiaridad con la experiencia, ya que parece que se experimentó la situación antes. La desincronización puede darse por un desequilibrio temporal en la actividad neuronal.

Memoria fragmentada: aquí las nuevas experiencias pueden activar fragmentos de recuerdos pasados almacenados en la memoria. Cuando esos fragmentos coinciden con la situación presente, se genera una sensación de familiaridad, incluso si la experiencia en su totalidad es nueva, lo que puede llevar a la ilusión de haber vivido la situación antes.

Existen tres tipos de déjà vu: déjà visité, déjà vécu y déjà senti. (¡Stock)

Errores de reconocimiento: la teoría se centra en cómo el cerebro procesa y reconoce la información. Durante un episodio de déjà vu, el cerebro puede cometer un error al confundir lo nuevo con lo conocido, lo que lleva a la sensación de que la experiencia actual ya ocurrió antes.

Procesamiento paralelo: según esta hipótesis, ocurre un delay en el cerebro. El procesamiento de la información puede retrasarse un tiempo, lo que lleva al cerebro a percibir la información como familiar cuando finalmente se procesa. Esto en general ocurre cuando la mente trabaja en varias tareas a la vez.

Atención dividida: cuando la atención se reparte entre dos o más actividades, el procesamiento de la información puede ser menos eficiente, lo que lleva a la confusión sobre la familiaridad de una situación. Si una tarea no recibe suficiente atención consciente, el cerebro puede tener dificultades para recordar si la experiencia es nueva o familiar.

Conexiones neuronales: las conexiones entre diferentes regiones del cerebro pueden fortalecerse o debilitarse con el tiempo, lo que puede llevar a la activación inusual de redes de memoria durante ciertas situaciones. Cuando se activa una red de memoria de manera inesperada, el cerebro puede interpretar la experiencia como familiar a pesar de nunca haber sucedido.