El otoño suele estar acompañado generalmente de consecuencias físicas: una piel deshidratada y la aparición de manchas en la piel, por ejemplo, todo luego de la exposición al sol durante el verano. Además, a eso se suma que, en general, usamos fotoprotección mientras estamos de vacaciones, pero cuando cambia la estación bajamos la guardia y ahí es cuando los problemas empeoran.

También hay que tener en cuenta que, por sus características, el otoño es el momento del año ideal para ayudar a la piel a recuperarse de los excesos del verano y a prepararse para la severidad del invierno.

Día Mundial del Melanoma: a quiénes afecta este tipo de cáncer de piel y por qué es uno de los más graves

La piel actúa como barrera protectora que aísla al organismo del medio que lo rodea, protegiéndolo y contribuyendo a mantener íntegras sus estructuras. Funciona también como sistema de comunicación con el entorno y es uno de los principales órganos sensoriales, en el que se encuentran las terminaciones nerviosas que actúan como receptores de tacto, presión, dolor y temperatura.

“La deshidratación, la aparición manchas y arrugas de expresión, especialmente en las zonas expuestas, como el rostro, el cuello, el escote o las manos son los síntomas de alerta para comenzar a tomar conciencia de la importancia de retomar los cuidados”, explicó el médico dermatólogo miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD) Christian Sánchez Saizar, a Infobae.

Ocho consejos para cuidar la piel del rostro durante el otoño

Incluir en la rutina productos que sean amables con la piel, libres de fragancias.

Si se usa un tónico astringente, puede cambiarse por una versión hidratante (y reaplicarlo a lo largo del día para hidratar la piel). Si aún no se incluye un tónico en la rutina este es un excelente momento para hacerlo.

Aplicar el tónico inmediatamente después de lavar la cara, esto ayudará a retener más agua en la piel.

Incluir un aceite facial para ayudar a reforzar la barrera de la piel. 

Si ya se usa uno, aplicarlo con mayor frecuencia, si se siente que la piel necesita más humectación.

Un aceite no reemplaza una crema o sérum hidratante, lo complementa.

Disminuir el uso de ingredientes que puedan irritar la piel, como los exfoliantes, aunque ya sean parte de la rutina pueden causar más irritación de lo normal.

Evitar el uso de agua muy caliente, esto puede intensificar la resequedad.