El PRO atraviesa tiempos convulsionados. La convivencia entre sus principales figuras está marcada por la tensión y la fricción permanente que despierta la puja sobre el camino que debe optar el partido ante la gestión gubernamental que lleva adelante desde el 10 de diciembre pasado Javier Milei. En este escenario, la interna entre Mauricio Macri y Patricia Bullrich cada vez se acrecienta más, de hecho, en el ámbito legislativo de la provincia de Buenos Aires se cristalizó con una ruptura del bloque partidario y la conformación del espacio “PRO Libertad”, afín a la actual ministra de Seguridad.

Días atrás, el expresidente Mauricio Macri tomó formalmente las riendas del partido a nivel nacional, y aunque su nombre siga aglutinando a la dirigencia, las diferencias se hacen notorias cuando el partido debe definir postura sobre el gobierno libertario. Mientras Macri manifiesta un respaldo moderado, el sector de Bullrich se posiciona de forma más radical entendiendo que el partido debe mantener “un compromiso inquebrantable con el cambio”. “O acompañamos totalmente el cambio profundo o asumimos posiciones especulativas que favorecen al populismo empobrecedor”, remarcan algunos dirigentes del partido amarillo. Y sostienen que el proceso que atraviesa el país no permite posturas “tibias” o “intermedias”. En concreto, las diferencias surgen sobre la conveniencia o no de fusionarse con el oficialismo para tener mayor potencia electoral, de cara a las legislativas de 2025, o por el contrario sostener la autonomía y trabajar en una alianza electoral cuando sea el momento.

El fondo de la discusión en el PRO es nacional, tiene su epicentro sobre la provincia de Buenos Aires y en el resto de las provincias, como Tucumán, hay expectativas por lo que pueda llegar a pasar. Además, en la provincia, la dirigencia espera ansiosa que la intervención confeccione un cronograma que posibilite recuperar la institucionalidad.

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Días atrás, la ministra de Seguridad organizó un acto en la localidad de Luis Guillón bajó el título “Apertura Republicana; los liberales del PRO”. La actividad no pasó desapercibida y se interpretó como un respaldo partidario explícito a La Libertad Avanza (LLA). Hoy por hoy, el acompañamiento en lo político existe; de hecho fue Macri el que planteó, vía redes sociales, que la Ley Bases que se discute en el Senado se tiene que votar, aunque el texto normativo “no sea perfecto”.

Explicación

En diálogo con LA GACETA el dirigente cercano a la ministra de Seguridad de Nación e interventor del PRO en Tucumán, Pablo Walter, aseguró que las tensiones actuales en el partido surgen a partir de una desintegración casi total de Juntos por el Cambio y la determinación de acompañar a la actual gestión nacional. “Todos coincidimos en fortalecer al PRO. Algunos, creo, movidos por intereses personales pretenden confundir lo que es la posición de Patricia Bullrich y de muchos dirigentes del partido, que no hacen más que hacerse eco de lo que piensa gran parte de nuestro electorado, y es que por encima de los intereses partidarios tiene que estar el éxito del gobierno y para eso tenemos que estar todos unidos”, indicó.

En relación a este punto, el dirigente sostuvo que para querer que le vaya bien al Gobierno “no basta solo con apoyo legislativo”. “Tienen que ser hechos por convicción, sin condicionamientos y no desde la especulación y la mezquindad con la que tal vez están acostumbrados algunos”.

Walter explicó que la postura defendida por este sector del PRO no se focaliza “en fusionar los partidos” ni en “pasarse de un partido a otro”. “Simplemente se trata de fortalecer al gobierno y de trabajar unidos”, precisó. Y añadió: “Hoy no estamos preocupados por el proceso electoral y por eso las formas dependerán del sistema electoral que tengamos en el futuro. Hoy, lo mejor que podemos hacer es ayudar a que la gestión de Milei sea exitosa, después veremos si es con un frente electoral o cualquier otro mecanismo”.

Consultado por las distintas posturas que hoy conviven en el partido, el dirigente nacional distinguió a tres grupos distintos. “Uno, muy minoritario, es el que no apoya al gobierno de Milei y que francamente se diría que es casi inexistente dentro del partido. Luego, un segundo grupo, para mí claramente el mayoritario, que apoya al Gobierno nacional, que está convencido y que no especula. Y finalmente, está el grupo de aquellos que dicen apoyar porque ven la ola de cambio y el acompañamiento de la sociedad, pero no están del todo convencidos y hasta llegan a presentar proyectos legislativos que no van en sintonía con las medidas y con la visión que tiene el Presidente”.

¿Impacta en Tucumán?

Ramiro Beti, referente y exresponsable de los destinos del PRO en la provincia, consideró que el debate interno que viene experimentando el partido es parte de la “reconfiguración política” que atraviesa el país. “No veo que un partido absorba al otro, es una alianza que naturalmente se va a ir dando por la afinidad de pensamiento, a diferencia de lo que sucedio con Juntos por el Cambio. Yo creo que Macri, como presidente del partido, debe despejar toda idea de fusión, aunque eso no quita que seamos conscientes que la política está buscando un cambio profundo y nosotros estemos encolumnados en esa idea”.

Sobre este punto, el dirigente de Concepción explicó que desde su perspectiva, el titular nacional del partido no puede dar por hecho una alianza política porque eso conllevaría la creación de un nuevo espacio político. “Yo lo que veo es una reconfiguración de un frente, una nueva alianza estratégica que se va a ir afirmando a medida que este país vaya reaccionando positivamente a los cambios implementados”, postuló.

Independientemente, de lo que suceda con la discusión nacional, Beti sostuvo que para el PRO Tucumán lo prioritario es normalizar su situación para que los afiliados puedan definir autoridades y recuperar la institucionalidad. Y después imaginó que la convivencia de dichas posturas en pugna puede resultar una complicación más para la dirigencia local. “Yo no creo que resulte sencillo conciliar las miradas de que no somos gobierno y la otra de que cuando lo fuimos no obtuvimos los socios apropiados para tener una gestión efectiva, pero yo creo también que eso aparecerá en la medida que se acerquen los temas electorales”, planteó.