El robo sufrido por una comerciante en su negocio de la avenida Solano Vera hizo advertir sobre la fragilidad de la protección de los locales de ventas, sobre todo de los pequeños, en “La Ciudad Jardín”. El presidente de la Cámara de Comerciantes  dijo que la semana pasada se registraron cinco casos de robos a comercios chicos. “Es gente que no puede pagar una seguridad privada -explicó-. Les rompen los vidrios, les dañan rejas. Si tienen alarmas por ahí evitan grandes pérdidas, pero lo mismo algo les roban. Es preocupante, porque hay que reponer lo dañado y la situación no es la mejor: las ventas han caído mucho”.

La misma víctima del robo describió que es la quinta vez que atacan su negocio, ubicado en Solano Vera al 500, sector neurálgico en lo que hace a movimiento comercial y de alta circulación de vehículos. En esa zona funcionan una oficina municipal y un cajero de banco. El jueves a la madrugada los delincuentes rompieron el vidrio del local y habrían usado algo similar a un palo con un alambre para acercar el mostrador y una exhibidora hacia la ventana enrejada. El cuidador de una empresa cercana escuchó el estruendo y se acercó, descubrió a un joven que se llevaba un gran número de cigarrillos y otros elementos; lo persiguió pero no pudo alcanzarlo. Más tarde una persona llamó a los dueños para ofrecerles información sobre dónde estaban las cosas robadas a cambio de una recompensa. Los damnificados rechazaron semejante propuesta.

El titular de la Cámara describió la ola de robos como preocupante fenómeno cíclico, que viene y se va. Dijo que parece una “temporada alta de robos” y dijo: “esto ya viene desde hace rato y es por momentos, parece que hay meses en los que atacan más y otros en los que los casos se estancan y disminuyen, pero de repente recrudecen nuevamente… Por momentos hay lapsos de tranquilidad y de repente sufrimos seis robos consecutivos en una misma semana”.

En septiembre pasado la zona elegida fue la avenida Aconquija. Y en meses anteriores se trataba, como en estos momentos, de la Solano Vera. Ahora, dijo, se suma el fenómeno de las mecheras, que proliferan, y los robos con inhibidores de alarmas. “Esto pasaba mucho en la zona bancaria, pero ahora ocurre mucho también en las playas de estacionamiento de los grandes centros comerciales”, detalló.

En principio, cabe observar que el sector de la avenida Solano Vera, que tiene tan intensa actividad comercial prácticamente a toda hora -hay quioscos, almacenes, mercerías, librerías, zapaterías, panaderías, gomerías, veterinarias, verdulerías y hasta supermercados- merece desde hace mucho tiempo una atención especial, no solo en cuanto a la regulación de la circulación, sino en lo que hace al cuidado general de la vida ciudadana. Eso incluye, sobre todo, la prevención de seguridad, que no debería quedar librada únicamente a las custodias privadas. Tanto esta área como la misma Rinconada requieren la implementación de mayores servicios de la Policía, en vista del crecimiento intenso que registra el sur de Yerba Buena, tanto hacia el este como hacia el oeste.

También correspondería que se efectúe un estudio de lo que sucede con estas llamadas “olas de robos” para diagramar una estrategia preventiva, en coordinación entre la Policía y la oficina de seguridad del municipio. De lo contrario, las “temporadas altas” volverán una y otra vez.