Carlos Duguech
Analista internacional
Cuando Donald Trump apareció en el panorama político de su país con pretensiones de convertirse en candidato a la presidencia generó un clima novedoso por dos razones: porque competía con una mujer, Hillary Clinton, de vasta experiencia política; y porque, aun siendo el candidato del Partido Republicano, desde ese sector provenían fuertes cuestionamientos sobre sus modos e ideas. Un heterodoxo de la política, extrovertido en grado sumo y notoriamente expuesto como discriminador social y sexista consumado. No eran virtudes lo que lo distinguían. Lo adornaban los múltiples emprendimientos de su imperio multimillonario en casi todos los rubros del quehacer empresario. Particularmente en aquellos que ofrecían “más vidriera”.
A la hora de evaluarlo en este tiempo, cuando coinciden febriles acciones electoralistas y complejas y hasta demoradas acciones judiciales en contra de Trump, vale traer a este ruedo los antecedentes del personaje más peculiar de la política estadounidense. A los candidatos para las elecciones del 5 de noviembre próximo se los conoce por lo que hicieron y por lo que están haciendo.
Uno es el presidente en los últimos tramos de su mandato. El 20 de enero próximo Joe Biden reasumirá -si resulta elegido- o entregará el mando al sucesor. Exhibe una profusa carpeta política. Senador en reiteradas etapas continuadas desde 1972, suma los ocho años de vicepresidente de Barack Obama de 2009 a 2017. Y, por supuesto, los cuatro años al frente de la Casa Blanca, desde que desmontó la apetencia de Trump por la reelección en un tiempo dramático para la institucionalidad en los EEUU: el asalto al Capitolio. “Muy propio de un país bananero”, se haría leído en alguna prensa estadounidense si ello hubiera ocurrido en un país de su “patio trasero”.
Accionar violento
La irrupción de las huestes violentas fue públicamente alentada por Trump. Inducía a sus seguidores a que irrumpieran en el Capitolio para impedir la consagración de las elecciones que favorecían a su contrincante. No dejó lugar en la prensa donde no hablara de fraude electoral. Cinco muertos fue el saldo del accionar violento en el Capitolio. La instigación de esa acción violenta supuso promover lo que, desde distintos centros de poder del mundo, se calificó como un golpe de Estado. Se quería impedir la certificación de la victoria electoral de Biden.
Trump es una amenaza para la democracia, dice BidenA Trump se lo debería calificar por lo que hizo durante los cuatro años como ocupante transitorio de la Casa Blanca. He aquí un resumen de aquello que interesa al mundo, no sólo a los EEEUU:
- Tratado Reagan-Gorbachov
Se trata del Tratado INF (por las siglas en inglés Intermediate-Range Nuclear Forces) sobre desarticulación de armas nucleares de alcance medio en Europa. Trump, suelto de cuerpo político, sin ataduras y dueño de una omnímoda voluntad por el poder que ejercía, dispuso en octubre de 2018 nada menos que desarticular, luego de casi 32 años de vigencia, el laborioso proceso que llevaron adelante Reagan y Gorbachov, quienes el 8 de diciembre de 1987 suscribieron ese tratado histórico.
- Acuerdo 5+1 con Irán
Una oportunidad única se concretó en el acuerdo nuclear con Irán, encaminado a conformar un sistema sólo para usos pacíficos. Además, la instauración de un régimen irrestricto de inspecciones de la OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica).
Lo nítidamente singular del acuerdo (Plan de Acción Integral Conjunto, JCPOA, en inglés), firmado en 2015, son sus integrantes: EEUU, Gran Bretaña, Francia, Rusia, China (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU) más Alemania. Nunca antes estos seis países habían conformado un organismo (“F5+1”) de control.
En mayo de 2018, con su codo soberbio Trump borró la firma de Obama en el compromiso de EEUU en el “F5+1” y reanudó las sanciones y embargos. Irán reaccionó naturalmente, sintiéndose libre en lo nuclear por abandono del acuerdo por EEUU. Biden, preocupado, insiste en avanzar en la diplomacia para restablecerlo.
- Embajada en Jerusalén
Violentando resoluciones de la ONU (de 1980) Trump decidió instalar la embajada de EEUU en Jerusalén. Un aporte de fuego a las llamas del convulsionado Medio Oriente.
- Cambio climático
El Acuerdo de Paris sobre el clima a partir del 3 de noviembre de 2020 ya no cuenta con la participación de EEUU por decisión de Trump. Biden, apenas asumido presidente, reinscribió a su país en ese acuerdo. El egocentrismo de Trump generó en su tiempo graves consecuencias derivadas de su accionar frente al Covid y a las vacunas.
- Trump condenado
Todavía falta el proceso por su participación como “promotor” intelectual necesario del 6 de enero de 2021 con el asalto al Capitolio. Que haya resultado culpable en “cuestiones de relaciones sexuales” ligadas al control impositiv no le impide su desbocada campaña electoral. Nos obliga esta situación a pensar en el caso Al Capone. No obstante, la cuestión “asalto al Capitolio” pondrá el sello que le impida competir. Es probable que en las convenciones del Partido Republicano de los próximos meses y conforme se vaya avanzando en los temas judiciales de Trump, este sea reemplazado por otro candidato. Carga sobre su historia un hecho descalificante a la hora de imaginarlo otra vez presidente. La sentencia sobre la naturaleza de la condena será conocida en julio.
- México electoral
El clima de cara a las elecciones en México fue de violencia continuada. Cerca de 30 candidatos a distintos puestos fueron asesinados. Casi 90 millones de ciudadanos fueron convocados. Una de las candidatas Claudia Sheinbaum, seguidora del actual presidente, exjefa de gobierno de la ciudad de México, es la que tiene mejor performance. Le siguen otra mujer, Xóchiti Gálvez y Jorge Alvarez Maynez. Quienquiera triunfe tendrá en mente las elecciones en EEUU. La extensa frontera, que une y divide tendrá el color y la espesura según mande Trump o Biden a partir de enero de 2025. Y aquí una alerta no sexista, sí a la vista de lo que sucede en ese país: ¿gobernará en paz una mujer en México?
- Gerras del día a día
La de Rusia-Ucrania no debilita a los rusos. Pero puede entrar en el embudo de la OTAN lo que sería catastrófico para la Europa que quiere proteger a Ucrania en su seno. Se advirtió desde esta columna el enorme riesgo de que Ucrania integre la OTAN.
La de Israel-Gaza, una ofuscación de Netanyahu con enormes riesgos para la región y para Israel mismo. Ni a su protector EE.UU acepta como consejero. Gravísimo. Mientras, se sigue asesinando civiles en la ensombrecida Gaza.