Llegó la factura del gas con un importe 10 veces mayor que el mes pasado. Aunque ya nada me extraña de un Gobierno capaz de provocar un ajuste sin antecedentes en el mundo, traté de consolarme recordando algún refrán y pensé en el pasacalle que puso un optimista en el puente de avenida Mate de Luna. También traté de recordar otros, con los cuales la humanidad siempre intentó consolarse ante la adversidad. Vinieron a mi mente los más conocidos: “Después de la tempestad viene la calma”-“Habrá luz al final del túnel”-“Siempre que llovió, paró”- “No hay mal que dure 100 años” etc. Sin embargo, no pude recordar ninguno que se corresponda con la “sabiduría” de Milei, cuando explicó que la economía evolucionaría en forma de una V corta, y que después del ajuste que debíamos soportar hasta mayo, ascendería por la rama de la V y vendrían tiempos mejores. Sin embargo, estamos llegando a la mitad del año y la inflación sigue castigando en todos los rubros. Ante el evidente fracaso, el libertario optó por importar alimentos. En conclusión, viendo las dietas de los senadores, no quedan dudas de que el mejor negocio seguirá siendo operar en la política. Tal vez eso explique que en Córdoba algunos inocentes firmaron para pertenecer al partido del libertario.

Humberto Hugo D’Andrea

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