El Aedes aegypti se ha convertido en la pesadilla de los vecinos de Lules. En 2020 y en 2023, el mayor foco del brote de dengue se registró en esta localidad. Este año también los contagios de la enfermedad se multiplicaron entre los habitantes, a tal punto que ya casi todos padecieron la “fiebre quebrantahuesos” o conocen a alguien que la sufrió.

Esta patología que transmite el mosquito altera la rutina de la localidad cada verano y otoño. Los vecinos viven con miedo a todos los mosquitos que ven cerca de ellos, sin llegar a distinguir si son Aedes aegypti o Culex quinquefasciatus, que también está en las viviendas. Los agentes sanitarios recorren los diferentes barrios, tratando de concientizar a los vecinos para que no acumulen agua, y casa por casa buscan recipientes que puedan contener larvas del mosquito. Es un trabajo arduo, en el que la predisposición de las personas es fundamental, admiten.

Lograr que haya una verdadera participación comunitaria -un elemento clave en la lucha contra el dengue- es uno de los objetivos de un proyecto interdisciplinario que se llevará adelante en Lules y que busca convertir a esa localidad en un ejemplo de lucha contra la enfermedad.

Se trata de un proyecto de innovación que se implementará mediante el uso de diferentes trampas para capturar formas adultas del mosquito (por ende disminuir la abundancia de estos insectos). También incluye el uso de kits para detectar personas con síndrome febril inespecífico (que puede ser señal de la enfermedad) durante los período interepidémicos.

¿La Inteligencia Artificial podría anticipar cómo serán los brotes de dengue?

La doctora María Julia Dantur Juri, investigadora del Conicet y de la Fundación Miguel Lillo (FML), explicó de qué se trata el Proyecto Federal de Innovación (PFI): “los objetivos principales son la innovación y la transferencia de conocimiento. Somos los únicos en la provincia que conseguimos este subsidio que fue evaluado a nivel nacional. Con esta iniciativa se espera conocer, a través de un relevamiento, los sitios de cría de Aedes aegypti o las áreas de riesgos de transmisión del dengue en Lules, a fin de determinar la situación a la que se encuentra expuesta la población. Además, se prevé actuar de manera concreta mediante el uso de trampas para capturar las formas adultas del mosquito y así disminuir la población del Aedes. Será un trabajo en equipo que se realizará junto con el municipio de Lules y la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán”.

INVESTIGADORA. La doctora María Julia Dantur Juri, del Conicet.

En equipo

“Mediante el trabajo en equipo abarcando al vector, a la enfermedad y a las capacitaciones en cascada, esperamos llevar a cabo un manejo integrado y prevenir la transmisión de la enfermedad dentro del contexto de la salud urbana”, detalló Dantur, que es investigadora en el Laboratorio de Genética y Microbiología de la FML. Este proyecto se encuentra integrado también por la doctora Soledad Bustos, directora del Instituto de Ecosistemas de Aguas Continentales de la FML, el doctor Juan Carlos Santos, profesor de la Facultad de Medicina de la UNT, y el doctor Rodrigo Marañón, investigador del Conicet y docente de la Facultad de Medicina de la UNT.

ANÁLISIS. Deberán relevar los sitios donde se encuentran las larvas del mosquito.

Entre otras actividades, esta iniciativa prevé mapear la ciudad de Lules, tanto los diferentes barrios, asentamientos, espacios verdes, basurales, entre otros, y analizarlos en relación a la presencia de casos de enfermos de dengue durante las diferentes epidemias. Así se podrá determinar áreas de riesgo de transmisión de la enfermedad, y áreas a adónde llevar a cabo relevamientos de los sitios de cría, recolección de larvas y la colocación de las diferentes trampas para adultos, apuntó.

El factor socioambiental

Al realizar el mapa de las áreas de riesgo, se analizará también las condiciones socioambientales de los diferentes barrios de las áreas urbanas, periurbanas y rurales del municipio, en especial puntos críticos como basurales y chatarrerías que tienen un importante impacto sobre la salud urbana y especialmente en las epidemias de dengue.

“Tener un mapa de las condiciones socioambientales de barrios y puntos críticos servirá como base para un futuro saneamiento de espacios públicos y el ordenamiento ambiental saludable del municipio también”, remarcó la investigadora.

Añadió: “la utilización de diferentes trampas para mosquitos adultos, con el fin de monitoreo y posteriormente de control, es la clave en este proyecto, ya que es lo recomendado por la Organización Panamericana de la Salud como una alternativa para conocer en tiempo real la presencia de la enfermedad mediante su detección en los mosquitos adultos. Esto a su vez se encuadra en lo expuesto en el Encuentro de Vinculación Científico-Tecnológica entre Conicet y Ministerios de Salud provinciales sobre Aedes aegypti y arbovirus patógenos transmitidos por el vector que se llevó a cabo recientemente en Resistencia (Chaco), donde con este proyecto estamos alineados con las otras provincias del Noroeste argentino para la utilización de otra trampa más para adultos con el mismo fin. Disminuir la cantidad de mosquitos que transmitirán la enfermedad es fundamental”, analizó.

EN EL LABORATORIO. Los trabajos se hacen cuidadosamente.

El proyecto contempla la transferencia de conocimiento, por lo que se harán capacitaciones a agentes y a técnicos municipales, al personal de la salud, a agentes sanitarios, a docentes y a estudiantes de los diferentes niveles educativos. Asimismo, se llevarán a cabo tareas de divulgación y ferias o exposiciones en las que la población se involucre y comprometa a reconocer y eliminar los sitios donde se cría el Aedes aegypti.

La importancia de este plan, según la investigadora, es que constituye el primer proyecto innovador e interdisciplinario que contribuirá al desarrollo y mejoramiento de la calidad de vida de la población. “La innovación y la transferencia de conocimiento serán las herramientas fundamentales para mejorar la calidad de vida de los habitantes en relación con la transmisión del dengue. El conocimiento del vector, que es urbano, impacta en la salud de la población. Se espera, además, promover una ciudad saneada, con un crecimiento ordenado a fin de disminuir los impactos negativos de la transmisión de la enfermedad”, especificó. “La idea es que, gracias a las capacitaciones, los agentes queden preparados en el control del mosquito Aedes aegypti y también en la detección de las personas con síntomas compatibles con dengue fuera del período conocido de transmisión. El Municipio cuenta con todo lo necesario para realizar las tareas de saneamiento ambiental”, añadió.

Cuándo arranca

El proyecto, que empezará a llevarse seguramente desde julio (ya que desde diciembre del año pasado se encuentran los fondos destinados para su desarrollo), es fundamental en el marco de la peor epidemia de dengue que sufrimos los tucumanos, con más de 65.000 contagios y 28 muertes en esta temporada.

Al respecto, la investigadora analizó: “mediante el desarrollo de este proyecto se espera darle a la enfermedad un enfoque integrador e interdisciplinario. Esto nos permitirá también poder analizar en retrospectiva la situación desde el 2009 en adelante, tiempo en que las epidemias presentaron mayor cantidad de casos, y también tratar de analizar lo que nos espera a futuro mediante modelos matemáticos. El enfoque debe ser integrador, ya que cada uno de nosotros aporta para que la situación mejore o no. Cada uno cumple una función en el lugar que está, dónde vive. Uno debe saber qué medidas debe tomar y cuándo hacerlo por el bienestar de sus seres queridos y de la comunidad en general. El dengue vino para instalarse, del trabajo de todos depende la magnitud en que nos afecte”.

Se notificaron dos fallecimientos más por dengue en Tucumán

La Argentina atraviesa la peor epidemia de dengue de la historia, con más de 500.000 casos diagnosticados y 353 muertos. Tucumán ya suma alrededor de 65.000 contagios y ayer se informaron dos nuevos fallecimientos por la enfermedad que transmite el mosquito Aedes aegypti. Según el último Boletín Epidemiológico nacional, ya son 28 los tucumanos que perdieron la vida por esta patología; la gran mayoría fueron mujeres y el promedio de edad es 42 años.