El 3 de junio de 2015 se realizó la primera marcha del movimiento #NiUnaMenos. La movilización había surgido como una respuesta colectiva al femicidio de Chiara Páez, una adolescente de 14 años asesinada a golpes por su novio por negarse a realizarse un aborto. A partir de ese momento, en esa fecha, mujeres, personas LGBT+ y la sociedad en general alzan sus voces para terminar con la violencia por motivos de género, cuestionar el sistema patriarcal y rendir homenaje a quienes fueron víctimas fatales de sus consecuencias. Pese a la movilización, los datos oficiales aún son desalentadores.

Según el Informe Anual 2023 del Observatorio de Femicidios de la Defensoría del Pueblo de la Nación (Ofdpn), entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2023 se registraron 322 víctimas de femicidio confirmadas, que incluyen 30 femicidios vinculados (asesinatos con el propósito de destruir psíquicamente a la víctima), 6 transfemicidios, y 28 muertes violentas de mujeres en contexto de narcotráfico y crimen organizado.

El total de 322 casos contabilizados en 2023 representa un incremento del 33% respecto de 2022. Siempre según el Observatorio, hubo un femicidio cada 27 horas.

“El aumento alarmante de los femicidios en Argentina es un fenómeno profundamente preocupante que demanda una acción urgente por parte del Estado”, refiere el informe. Y agrega: “los femicidios han experimentado un crecimiento constante, pasando de 295 en 2020 a los 322 en 2023. En comparación al año pasado, hubo un incremento de 80 casos, es decir, un 33% más de femicidios respecto a 2022”.

“Estas estadísticas reflejan una dolorosa realidad que destaca la persistencia de la violencia de género en la sociedad argentina. Es esencial reconocer que las cifras no son simplemente estadísticas, sino vidas perdidas y víctimas colaterales profundamente afectadas”, agrega el Observatorio.

Las jóvenes sub-30, las más afectadas

Dentro de las características principales de las víctimas, en lo que refiere al rango etario, se detectaron 135 asesinatos a mujeres menores de 30 años (el 48% más que en 2022): 33 de esas víctimas eran menores de 19 años. El segmento de 31 a 50 años alcanzó los 125 casos.

Además, a partir de 2023, el Observatorio comenzó a clasificar las edades de las víctimas segmentando la franja etaria de “60 años en adelante”, con el objetivo de visibilizar la violencia de género de las mujeres adultas mayores. En este sector, los casos alcanzan un total de 28.

Otros hallazgos del informe:

-El Observatorio determinó en un 74% de los casos la existencia de una relación preexistente entre la víctima y el victimario. En la mayoría de los casos se trataba de una relación de pareja, expareja o sexoafectiva. Solo 10% de los femicidios fueron cometidos por desconocidos.

-El uso de armas de fuego fue, por una amplia diferencia, el método más utilizado para cometer los femicidios, dato directamente relacionado con los crímenes por sicariato. En segundo lugar, las víctimas fueron asesinadas a puñaladas.

-En 16 casos, no se informó la modalidad del hecho o el estado de descomposición del cuerpo no permitió que se pudiera determinar en la autopsia.

-Hubo 2 casos de niñas cuya violación provocó sus muertes, considerando la violación como única modalidad; y 22 mujeres fueron violadas antes de ser asesinadas.

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