Retornar a casa, comprar insumos para cocinar o tener una urgencia médica. Situaciones que para casi cualquier persona serían de fácil solución, en pueblos de alta montaña son “todo un tema”. Y estas circunstancias empeoran cuando no hay suficientes vías de contacto con el mundo exterior; en Anfama, hace dos meses que la única carretera para vehículos de cuatro ruedas está cortada por un derrumbe. Y aunque autoridades de la comuna de Raco lograron desbloquear parcialmente el camino ayer, es probable que por el clima la situación se repita. Mientras tanto, los habitantes del pueblo deberán o a) seguir trasladándose a caballo por “el camino viejo” o b) tomar recaudos para circular con motocicleta por la zona, que está toda enlodada.

Desde que el “Camino de la Universidad” se inicia en El Siambón es casi imposible circular. La situación empeora al llegar al kilómetro 10; allí ya no se puede avanzar. Un desmoronamiento del suelo eliminó -una vez más, dijeron los vecinos- el camino. La precaria ruta -contó a LA GACETA el delegado comunal, Gerardo Alvi- es la que permite que camionetas 4x4 y motos lleguen hasta Anfama. “La ruta fue desarrollada por la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) en 2009 para controlar el acueducto de Anfama, pero no se usa en verano. La cerramos en diciembre y, normalmente, en marzo o abril la habilitamos. Este año no pudimos, porque el clima no nos acompañó. Hubo mucha lluvia -incluso nieve, agregaron empleados de la comuna- y no se secó la tierra”, explicó el funcionario. Y aunque la tierra no secó, ayer se hicieron esfuerzos para volver a habilitar el camino. Los habitantes de Anfama lo necesitan.

AYUDA. La DPV prestó una retroexcavadora, pero habría sido mejor usar otro tipo de maquinaria.

LA GACETA llegó hasta el kilómetro 10, zona bautizada como “La Heladera”. Por la mañana, y aunque el frío amilanaba, personal de la comuna -con Alvi incluido- agarró palas y piquetas para limpiar el camino. Para las tareas se sumó una retroexcavadora que prestó la Dirección Provincial de Vialidad (DPV); desde el alba y hasta horas del mediodía, pusieron manos a la obra para solucionar -al menos momentáneamente- el problema de conexión.

Complicaciones

La situación ya ha sido esbozada en las páginas de este diario en los últimos días. Está claro: el pueblo no está completamente aislado, porque sí pueden llegar a caballo, pero la vida se les dificulta: el cacique Cecilio Álvarez comentó que el corte ocasionó serios problemas a la comunidad, y que la escuela albergue no puede obtener las mercaderías necesarias para el comedor. Y eso es cierto: una vez que las primeras tareas permitieron el tránsito, apareció en el camino una moto. Unos metros atrás, justo en el lugar del derrumbe, caminaba a paso lento Daiana Sami, profesora de Lengua de la escuela. Como el camino todavía está mojado (por la noche cae escarcha y el escaso sol no termina de secar la tierra) decidió hacer ese pequeño tramo a pie, probablemente para evitar un accidente.

PICO Y PALA. Ademas de la maquinaria, el personal hizo parte de la tarea a mano.

De campera roja y con su mochila envuelta en una bolsa de consorcio para no llenarla de lodo. Así estaba Daiana cuando se convirtió en la primera en descender por el camino en meses. Se detuvo a charlar con este medio por unos minutos: “para nosotros, que somos 14 docentes los que hacemos el ascenso y el descenso, este camino es muy importante”, destacó, agradeciendo la visibilización de esta situación. Es que los profesores trabajan con régimen de 14x7 (14 días de trabajo por siete de descanso), y regularmente necesitan descender. Ahora -contó- muchos de ellos decidieron quedarse en Anfama por el derrumbe. “Si no, bajamos a caballo por la Quebrada (el camino viejo) -relató-; el problema es la falta de insumos. Al estar cortado acá, dependemos de pagarles a personas para que carguen y suban lo que necesitamos, más que nada para el comedor. Eso representa otros costos”.

En Anfama esperan que haya sol para tener camino: sólo se puede llegar a caballo o en moto

Y ese no es el único problema. La ruta de la Universidad es más larga (la antigua, a caballo, es más directa), pero es más segura en algunas situaciones. “Si hay un enfermo, es más factible ingresar por aquí con ambulancia, porque hay ambulancias 4x4, para bajar a los pacientes. Con esto cortado, se dificulta. El helicóptero sanitario, que se presta para casos de urgencia, no sube a Anfama si está nublado, y esta zona tiende a estar nublada... Esta ruta es esencial”, añadió el delegado comunal.

Propuestas

Según reflexionaron los empleados de la Comuna, es probable que el derrumbe se haya producido por la humedad. “El verano ha sido muy lluvioso, y aquí justo hay una vertiente del cerro. La montaña es como una esponja, y absorbe agua hasta que empieza a eliminarla. Es probable que la vertiente esté saturada y haya ablandado la montaña”, completó Alvi.

Por lo pronto; las tareas realizadas no son más que un parche. La retroexcavadora utilizada no pudo rearmar todo el camino, por el nivel de humedad de la montaña. Por eso, solo se recomienda que por allí circulen motos. Haría falta más tecnología y más tareas para encontrar una solución duradera. Hace días, el director de Vialidad Provincial, Marcelo Nazur, declaró que tiene expresas instrucciones del gobernador (Osvaldo Jaldo) para solucionar la circulación de esa vía. Fue el mismo Nazur, hace meses, quien aseguró que la DPV viene trabajando en una iniciativa (que todavía no es anteproyecto) para abrir un nuevo camino de montaña hacia los Valles, desde El Siambón hasta Tafí del Valle. El nuevo trazado -explicó a LA GACETA- se llamaría ruta provincial 325 y sería una nueva alternativa a la ruta 307. En caso de realizarse, el estado del camino a Anfama debería mejorar sustancialmente, ya que ese trazado “de la Universidad” pasaría a ser parte de la ruta. Pero, eso no es más que una idea por el momento: mientras tanto, hay esfuerzos y voluntades para abrir la ruta, pero no son suficientes.