El otoño no solo representa la caída de las hojas de los árboles o los primeros fríos. También llega con más tiempo en espacios cerrados, cambios bruscos de temperatura y la aparición de los primeros resfríos y gripes de la temporada.

Una buena alimentación siempre contribuye a un sistema inmunitario más fuerte que, si bien no evita contagios, permite aliviar los síntomas una vez que caemos y también a evitar complicaciones. A su vez, es necesario descansar suficientes horas y evitar el estrés.

Los virus que causan el resfriado y la gripe atacan a las mucosas y las células de las vías respiratorias. Ante esta situación, mientras se cursa un resfrío, no pueden faltar ciertos nutrientes en la dieta incluso hay que sumarle cantidades a la ingesta habitual.

Aunque no existen alimentos preventivos para la gripe o resfrío, sí hay nutrientes presentes en ciertos alimentos que alivian los síntomas una vez que el resfrío se ha instalado. Un listado breve para sumar alimentos famosos cuando hay gripe y su grado de evidencia al respecto.

Enfermedades estacionales: qué debemos comer y beber durante un resfrío o gripe

Agua

Lo primero que nos indican cuidar cuando una gripe dice presente es la hidratación. Tomar mucho líquido es clave para mantenernos hidratados y la ingesta de ocho a 10 vasos de agua facilitará la eliminación de moco y mantendrá hidratadas las mucosas.

Sopas, caldos y té caliente. Las bebidas calientes tienen el poder de calmar la tos y aliviar la irritación. Al contrario, los alimentos fríos dan una sensación fresca momentánea que luego se va y vuelve el malestar. Tomar líquidos de temperatura natural a caliente, es mejor.

Tanto las sopas como los caldos son versátiles; podemos hacerlos con los ingredientes que tenemos a mano. Existen un sinfín de recetas caseras, lo más importante es la elección de productos de calidad y emplear un buen caldo casero antes que los procesados. 

Vitamina C y Limón

Mucho se dice que previene la gripe y resfríos, pero la vitamina C no cura la gripe, solo alivia sus síntomas. Contribuye al buen funcionamiento de las células defensivas y en dosis elevadas podría ayudar a combatir mejor los virus que causan el resfrío común. Los estudios científicos no demostraron que pueda prevención el resfrío común.

El limón es uno de los cítricos con más reputación de efectividad para curar resfriados. Los cítricos, como el limón y la naranja, se usan como aliados en medicamentos antigripales. Aunque es un conocimiento popular el asociar el limón con la vitamina c y con la gripe, la realidad es que la gripe no se curará con un exprimido de limones, es mejor consumir cítricos regularmente para prevenir y si caés con un resfriado o gripe, el limón hará que no sea tan fuerte.

Podés consumir limón, agregándolo a los líquidos que se ingieran, tanto el agua como té caliente. Además es bueno, agregado a ensaladas como aliño.

La vitamina C puede consumirse todo el año, mediante otras fuentes tales como otros cítricos (vale aprovechar la temporada de mandarinas o los kiwis), las verduras de hojas verdes, los rabanitos o el brócoli.

Miel para calmar la tos

Desde siempre este alimento se ha usado para aliviar el dolor de garganta y calmar la tos. Es un expectorante natural que ayuda a eliminar las flemas. Al igual que la vitamina C, la miel tiene propiedades que fortalecen el sistema inmune, de ahí la asociación de miel y limón juntos en un té como bálsamo antigripal.

La miel posee antioxidantes y al tratarse de una sustancia espesa y dulce, actúa como un lubricante, logra calmar la aspereza en las vías aéreas. No hay evidencias sólidas, pero ante un resfrío o gripe común, el tratamiento con miel será más sano y natural.

Un grave problema de los resfríos y gripes es la automedicación, y se suele caer en un grave error de tomar antibióticos que no combaten los virus, sino que generan una resistencia a ellos a largo plazo (sin mencionar los efectos secundarios de tomarlos, como pueden ser vómitos, diarrea y alteración de la flora intestinal).

Ajo y cebolla

Estos dos son un poco relegados por sus efectos secundarios en el aliento, pero son más que conocidos por sus propiedades antivirales y antibacteriales.

Hay quienes recomiendan colocar media cebolla en la mesa de luz del engripado. Este mito es, en parte, bastante lógicos y no es tan fantasiosos. Con sus compuestos azufrados, la cebolla ayuda a destapar vías aéreas; esto se debe al azufre, que al volatilizarse en el aire, además de hacernos llorar, también ayuda a descongestionar la nariz y calmar los ataques de tos. Con el ajo, debido a la alicina, se generan efectos similares.

Especias y jengibre

Usar canela, pimienta y jengibre no solo nos eleva la temperatura corporal, nos hace entrar en calor, aumentar la sudoración y expectoración; ideal para eliminar bacterias.

El jengibre ayuda a deshacer las flemas, limpia los bronquios y alivia los síntomas de la congestión por sus propiedades analgésicas, antipiréticas y antibacterianas. Estudios de 2011 determinaron que el jengibre tenía un efecto antibacteriano superior al de antibióticos contra estreptococos que causan la faringitis. Pero como todo un estudio solo no termina de ser prueba suficiente, del punto de vista orgánico sería el componente activo.

Remedio Casero: Picar una cucharada de jengibre fresco (rallar sino), agregar a una taza de agua hirviendo. Añadir miel y un poco de limón.