Si la torre de Babel alguna vez existió, seguramente era algo así. Al entrar, el impacto es inmediato: se mezclan la música y una veintena de diferentes lenguas. Quizá, algún católico podría pensar que se trata de una representación por Pentecostes, pero no, es algo mucho más terrenal. En el lugar no cabe un alfiler, y el ambiente es oscuro, pero las sensaciones son de mucha luz. En cuanto ponés un pie dentro, la timidez se acaba: algún sonriente interlocutor se te acercará. “Sprechst du Deutsch, richtig?” (hablás alemán, ¿verdad?), “Olá, como vai voce?” (hola, ¿qué tal?) o “Vogliamo parlare un po’?” (¿hablamos un rato?) son algunas de las frases que se escuchan a lo lejos. De repente, Tucumán habla en diferentes idiomas.
No importa si sabés uno o cinco; o si quizá sólo conocés tu lengua materna, pero querés aprender otra. Todos son bienvenidos a “Mundo Lingo”, una propuesta gratuita de intercambio de idiomas. Se trata de una modalidad conocida en el mundo. Surgió en Buenos Aires hace 14 años, pero curiosamente no se expandió por Argentina, sino por el exterior. Son encuentros semanales que unen a locales y a extranjeros en algún lugar físico para favorecer un intercambio cultural y linguístico. Y ahora llegaron a la provincia.
Es jueves por la noche cuando se realiza el primer meeting. Llueve, pero eso no es una dificultad: cuando el restaurante Woot (Monteagudo 784) abre sus puertas, empieza lo bueno. De a uno, de a cinco o de a diez, personas de todas las edades llegan para participar de esta novedad, que ahora se repetirá todos los jueves en ese lugar. Al ingresar la primera vez quizá mucho no se entiende, pero ahí te recibe Leoncio Gramajo, uno de los organizadores, para explicarte: “tenemos un sistema de banderas en todos los países en los que estamos presentes. Cuando llegás, te presentás acá con tu idioma nativo; se te coloca un sticker con la bandera de tu idioma en el pecho, y luego, por orden de fluidez, se te agrega una bandera por cada idioma que hables. Y eso es todo: a interactuar”, resume.
Prácticas
Lo lógico sería pensar que, por ser la primera ocasión, costará iniciar la dinámica. Pero no. De repente, más de un centenar de personas conversan como si todos fuesen íntimos amigos. Y sí, se mezclan los tucumanos con extranjeros; hay latinoamericanos, norteamericanos y europeos. Ojo -advierte Leoncio cada vez que puede- el evento es para favorecer un intercambio lingüístico y cultural, no para encontrar a “el amor de tu visa”.
La primera interacción que tenés con un interlocutor no es hacia sus ojos, sino a su pecho, que es dónde tiene las banderas de los idiomas que habla: por supuesto, español e inglés son los predominantes, pero también hay practicantes del italiano, del francés, del alemán, del portugués, del japonés, del chino, e incluso de lenguas aún más ajenas como el ruso, el polaco o el rumano. Amir Seidán, por ejemplo, circula como pez en el agua; aprendió árabe y ruso viendo series -cuenta- y cuando vio el anuncio de Mundo Lingo no lo dudó. “¡Y encontré alguien para hablar en ruso!”, dice entusiasmado.
Es muy probable que halles a alguien con quien compartir. Al parecer, muchos tucumanos están interesados por los idiomas. Ya sea por curiosidad, por las ganas de emigrar o por la pasión por aprender, todos se encuentran con la misma pasión. Maximiliano Plascencia y Ezequiel Andrada dan vuelta juntos con una bandera peculiar: la danesa. “Vivimos en Dinamarca un tiempo y aprendimos un poco. Estamos viendo si llega alguien que sepa... ¡estaría buenísimo encontrar con quien hablar!”, aseguran, antes de seguir con su búsqueda.
Encuentros
También hay muchos extranjeros que residen en la ciudad; Jeremy Lara es de Venezuela y vive hace unos años en la provincia. “Vine porque tengo muchas ganas de aprender francés e italiano”, comenta. A su par, está Yanina Amarilla; ella es de Paraguay y está hace un año en Tucumán. “Vine a aprender, pero hablo guaraní. Pude charlar un poquito con una chica, y fue lindo porque es la primera vez que encuentro alguien que hable mi idioma en la provincia. Es la primera vez, en un año”, destaca entusiasmada.
A medida que la jornada avanza, la fluidez aumenta aún más; en una lengua ajena, los interlocutores charlan de los temas más variados; de la política alemana, de las diferencias lingüísticas con el italiano o de por qué la gente que habla español piensa que puede hablar portugués sin tomar clases. Obviamente, también se mezclan los idiomas. No es un requisito hablar a la perfección, ni mantener la conversación en una sola lengua. Cada tanto, el español vuelve o las charlas se pasan a otra lengua más conocida, el inglés. Lo importante es el intercambio y el compartir; el sentirse acompañado en esto de aprender idiomas, una esta “aventura” que atrapa a muchos.
Mundo Lingo se realizará todos los jueves del año en Woot, desde las 21. La actividad es 100% gratuita y no requiere inscripción previa. Para más información, podés acudir al Instagram del evento, @mundolingo.