Brasil registró su inflación más baja desde octubre de 2020, según informó la agencia de estadísticas IBGE. En la primera quincena de mayo se ubicó por debajo de lo esperado por los analistas y la interanual se desaceleró levemente al 3,70%.

De acuerdo con los datos oficiales, los precios subieron un 0,44% en los primeros días del mes, lo que supone un repunte respecto al 0,21% de abril, aunque el mercado esperaba un alza más cercana al 0,5%. Los precios de los alimentos y las bebidas subieron un 0,26%, por debajo del aumento del 0,61% del mes anterior.

De este modo, las cifras mantienen al índice de inflación de Brasil dentro del objetivo de su banco central, que actualmente se sitúa en el 3%, más o menos 1,5 puntos porcentuales.

Se trata del primer dato luego de las inundaciones en el estado de Rio Grande do Sul, que mataron a casi 170 personas y afectaron a la producción de alimentos en el estado agrícola, uno de los principales productores de carne y cereales.

"En un escenario en el que el mercado está preocupado por si el la autoridad monetaria continuará o no su ciclo de recortes de tasas, esta lectura del IPCA-15 muestra que hasta ahora los efectos de Rio Grande do Sul no están presionando la inflación", dijo Jefferson Laatus, estratega jefe de la correduría Grupo LAATUS.

Por su parte, Helena Veronese, economista jefe de B.Sides Investimentos, dijo que los datos de inflación de mediados de mayo tenían una "composición benigna" y eran coherentes con otro recorte de 25 puntos básicos de las tasas de interés en la próxima reunión del banco central, en junio.

Advirtió, sin embargo, que el alcance total del impacto de las inundaciones sobre la inflación es aún incierto, ya que se espera que las presiones adicionales provengan de productos como el arroz y el trigo.

Los responsables de política monetaria se han comprometido a trabajar para que la inflación vuelva al objetivo del 3% y han expresado su preocupación por las expectativas de inflación por encima de ese nivel para este año y el próximo.