Comenzó la cuenta regresiva para las vacaciones de invierno y los argentinos ya planifican sus viajes con amigos o en familia para descansar y distenderse de sus rutinas. Entre las opciones recomendadas, un pueblo de Tucumán es halagado en todo el país por su estratégica ubicación y por las actividades que pueden realizarse en él.

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Se trata de Villa Batiruana, el cual alberga un paraje montañoso, ubicado en medio de aguas cristalinas que invitan a apreciar su majestuosidad y la intensa vegetación que las rodean. Ubicado a pocos kilómetros de San Miguel de Tucumán, a continuación te contamos cómo llegar a este pueblo de ensueño y qué podés hacer cuando lo visites.

Villa Batiruana, una opción para visitar durante las vacaciones de invierno

Este lugar es ideal para quienes aman los climas cálidos y las noches frescas, además de su arquitectura particular y de las pequeñas casas en medio de la selva montañosa que nacieron con la construcción del dique Escaba que debía generar energía hidroeléctrica y regular las crecidas del río Marapa. Años más tarde, gracias a la ayuda de varios organismos municipales de Tucumán y los emprendedores que llegaban allí, el pueblo cobró vida.

Villa Batiruana se encuentra a unos 125 kilómetros de la Ciudad de San Miguel de Tucumán, a poco más de 25 kilómetros de Juan Bautista Alberdi. Para llegar allí, primero se debe llegar a Alberdi, tomando la ruta 38 desde la capital. Una vez allí, habrá que seguir por la Ruta Escaba hasta donde termina, y continuar el camino de tierra en subida por la montaña que lleva hacia Villa Batiruana.

El encanto de andar en bicicleta es mayor entre estas montañas.

¿Qué hacer en Villa Batiruana?

Este pueblo ubicado en medio de la selva montañosa ofrece una amplia variedad de opciones para conocer el lugar y disfrutar sus días allí, recorriendo complejos turísticos donde se puede pasar el día rodeado del río y de la selva, como también se puede visitar un balneario que es ideal para los días cálidos. Además, se pueden realizar caminatas por el "bosque energético" y conocer las cascadas del río Marapa.

Para aquellos que deseen compartir actividades relacionadas con la tradición del país, este lugar es una buena opción para ellos: ofrece espectáculos folklóricos en fechas específicas, permite hospedarse en alojamientos y se puede disfrutar de la gastronomía local.

Paraje montañoso, salpicado de ojos de agua cristalina, donde uno puede refrescarse rodeado de la espesa vegetación de la yunga.