Con los fríos intensos y los cambios bruscos de temperatura, el resfrío o la gripe son moneda corriente. Una buena alimentación siempre puede ayudar a tener un sistema inmunitario más fuerte y también a aliviar los síntomas.

Los alimentos son considerados una potente medicina natural, pero para mejorar también será necesario descansar suficientes horas y evitar el estrés. No existen alimentos preventivos para la gripe o resfrío, sí nutrientes presentes en ciertos alimentos que alivian los síntomas una vez que el resfrío se ha instalado.

En este sentido, el caldo de pollo se ganó la reputación de ser un remedio casero para el resfriado por varias razones. 

Cuáles son los beneficios del caldo de pollo

Hidratación efectiva: el caldo de pollo es una excelente fuente de líquidos que ayuda a mantener tu cuerpo hidratado.

Alivio de la congestión: el vapor caliente puede ayudar a aliviar la congestión nasal y despejar las vías respiratorias.

Propiedades antiinflamatorias: el caldo de pollo contiene nutrientes que pueden reducir la inflamación en el cuerpo.

Nutrientes esenciales: proteínas, vitaminas, minerales y aminoácidos que apoyan la función inmunológica y la recuperación.

Facilita la digestión: el caldo es fácil de digerir, lo cual resulta beneficioso cuando la enfermedad afecta el apetito y lo reduce.

Paso a paso, cómo preparar el caldo de pollo más nutritivo

Aquí tienes una receta sencilla para preparar el mejor caldo de pollo en casa:

Ingredientes:

1 pollo entero o partes de pollo

4 zanahorias peladas y cortadas en trozos grandes

4 ramas de apio, cortadas en trozos grandes

2 cebollas, peladas y cortadas en cuartos

4 dientes de ajo, pelados y aplastados

1 puerro, cortado en trozos grandes

1 ramita de tomillo fresco

2 hojas de laurel

10 granos de pimienta negra

Sal al gusto

Agua

Instrucciones:

En una olla grande, coloca el pollo y cubre con agua fría.

Luego, lleva a ebullición a fuego medio-alto. Deja cocinar durante unos 20 minutos, despejando cualquier espuma que se forme en la superficie.

Agrega las zanahorias, el apio, las cebollas, el ajo, el puerro, el tomillo, el laurel, los granos de pimienta y una pizca de sal.

Cocina a fuego lento durante 2-3 horas y asegúrate de que no hierva a fuego alto.

Mientras se cocina el caldo, notarás que la carne del pollo se desprende fácilmente de los huesos. Retira el pollo de la olla y desmenúzalo. Luego, vuelve a agregar la carne desmenuzada al caldo.

Cuando el caldo esté listo, retira las verduras y los condimentos, dejando solo el líquido.

Ajusta la sal al gusto y sirve el caldo caliente.