Busca y busca en sus memorias, se esfuerza y no encuentra. En una carrera deportiva de casi 15 años las lesiones seguro se producirán. Mientras menos, obviamente, mejor. Si duelen lo menos posible, óptimo. “Sufrí como nunca”, fue contundente Cynthia Pinto.

La bicampeona Panamericana de pelota vasca toleró un dolor como nunca antes había sentido. Así ganó el Open Sudamericano de Trinquete que se jugó en Vicente López, Buenos Aires.

Ayer por la mañana “Popy” hizo la ronda de estudios luego de descansar el fin de semana tras la coronación que logró junto a Lucía Lumini, de Capital Federal, con quien formaron la dupla A representando al país. El diagnóstico es micro desgarro supra rotuliano en el tendón que conecta la rótula con la tibia. La recuperación la hará con el kinesiólogo Facundo Ruedas.

El ligamento interviene en los esfuerzos de la zona frontal del muslo; extiende la extremidad y trabaja con los músculos para poder patear, correr y saltar. “Es algo que molesta muchísimo. Se me inflama y no puedo correr. Camino y, cuando lo hago, rengueo”, describió su situación física la subcampeona mundial en Francia 2022.

Si bien en los pelotaris la versatilidad, entendida como la eficacia de jugar como zaguero y delantero, es lo habitual. Pinto se destaca por rendir de la misma manera en ambos puestos. Teniendo en cuenta que últimamente viene ubicándose como zaguera, la tucumana tiene un rol más activo en la cancha.

Los desplazamientos son hacia los costados y también para adelante cuando, por ejemplo, el pelotari en posición de zaguero debe buscar una pelota que haya quedado corta. Ahí sufre “Popy” más que en cualquier momento del partido. “Llegaba muy exigida a pegar las pelotas, mi cara lo decía todo”, comentó Pinto. “La verdad que hemos dado todo”, afirmó la jugadora que entrena en el club Frontón Tucumán. “No se vio bonito”, se excusó como si no hubieran tenido motivos como para no jugar bien. “A la gente la tenemos acostumbrada a ver otro tipo de partidos”, aseguró. Por si fuera poco ganaron el título, con contratiempos fuera de la cancha que se le suman al habitual escaso apoyo (Pinto solo tiene beca de la Nación, la indumentaria Alfa y el acompañamiento de las paletas Vasquito). “Fue una semana de locuras. Idas y vueltas. Me volví de Necochea porque mi hijo Stéfano estaba enfermito”, comentó la también mamá de Isabella. Lo que logró en la ciudad de la costa argentina hace dos semanas fue el triunfo en la segunda fecha del Top 4, un calendario que por primera vez organizó la Confederación Argentina de pelota.

En las dos fechas que se van jugando en la dupla campeona estuvo la tucumana. La relevancia del Top 4 se sostiene en que los mejores rankeados, hombres y mujeres, representarán a Argentina en la Liga de las Naciones en Francia. “Popy” es la líder en la clasificación de zagueras después de la fecha jugada en Necochea donde el tendón rotuliano ya empezó a molestar.

Cumplido su rol de mamá ya con Stéfano en recuperación y emprendió viaje hasta Vicente López. Tampoco se encontró con muy buenas noticias porque su compañera estaba transitando un estado gripal. “Ella jugó con fiebre y también hizo un esfuerzo tremendo”, destacó la valentía de Lumini.

Así que Lucía y Cynthia no estaban bien. La dupla chilena, la titular, llegó a la final. El temor a la derrota estaba latente más que nunca. Chile tiene un nivel inferior sí, pero las argentinas por razones casi imposibles de evitar en esas horas, daban muchas ventajas. “Jugaron tremendamente bien”, dijo Pinto. Si “Popy” elogia es porque es fácil saber que el rival está mal, pero muy difícil aprovechar la situación como las chilenas lo hicieron ganándoles al menos un set.

La dupla “albiceleste” titular fue alentada a más no poder porque se sabía del estado de ambas jugadoras. Así se apostaron al costado del trinquete Nicolás Berruezo y Andrés Villegas (campeones), Guillermino Osorio, Emiliano García Escaris, Hana Goitino, Helena Pedretti y todo el cuerpo técnico formado por los técnicos, Cristian Ribeiro y Esteban Zarabozo y el preparador físico, Juan Miró. Todo al servicio de ser campeona hasta con un cuerpo lesionado.