En los últimos días, el Ministerio de Seguridad de la Nación anunció el regreso del área de Polígrafos, el sistema detector de mentiras que será aplicado en las fuerzas de seguridad federales en la lucha contra el delito complejo. Este instrumento, que está en marcha en numerosos países del mundo, tiene como objetivo verificar la honestidad de una persona en torno a la posible comisión de un delito mediante un instrumento de estimulación psicológica.
Bullrich le respondió a la Iglesia por los alimentos: “Capital Humano no se guarda nada, evita que otros roben”"Esta medida busca asegurar un nivel elevado de confianza en los miembros que realizan tareas de alto riesgo y responsabilidad", indica la normativa rubricada por Patricia Bullrich y publicada en el Boletín Oficial.
La medida, que conlleva la compra de los aparatos para detectar engaños, se tomó en un esfuerzo por mejorar la integridad, la ética y la transparencia dentro de las fuerzas federales y apunta a reforzar la "credibilidad" de los agentes nuevos. Forma parte de la agenda "dura" que busca imponer la ministra de Seguridad desde que asumió el pasado 10 de diciembre, anclada en el proyecto de ley conocido como "ley Antimafia" que está en tratamiento en el Congreso.
Este procedimiento ya fue usado por el Estado nacional cuando Bullrich fue ministra del Gobierno de Mauricio Macri, pero quedó en desuso tras la asunción de Sabina Frederic a cargo de la cartera de Seguridad, durante la administración de Alberto Fernández.
Cómo funciona el detector de mentiras
Para detectar si el sospechoso miente, se lo somete a una encuesta mientras permanece conectado a la máquina que registra los cambios fisiológicos que se generan al dar una respuesta. Este sistema, apela al sistema primitivo de defensa que el hombre conserva en su cerebro y que genera reacciones en el cuerpo a raíz de un estímulo.
Este sistema primitivo de defensa es el que prepara al resto del cuerpo ante la posibilidad de un peligro, alistándolo para responder bajo los impulsos de "lucha" o "huida". Aunque estas reacciones son más observables en situaciones de muy grave peligro, como un robo, también existen en peligros de menor medida como una pregunta incómoda.
Estas pequeñas reacciones ante una simple pregunta son las que registra el detector de mentiras, aunque sean imperceptibles para el ojo humano. Estas respuestas fisiológicas mínimas son percibidas por el polígrafo y las representa en un gráfico que, un especialista, puede analizar para luego sacar conclusiones.
Para poder generar ese registro, el polígrafo toma como índices la respiración, la presión sanguínea y la sudoración de la piel. Para realizar la prueba, se define el objetivo y se explica el examen, se entrevista al sospechoso, se recolectan los datos y, sobre estos, se realiza un informe con resultados y un parte ejecutado por el técnico del polígrafo.
El sistema de detección de mentiras es usado en agencias de seguridad de 90 países, y a nivel regional en Estados Unidos (donde lo usa el FBI y la CIA), Honduras, Ecuador y México. La resolución del gobierno argentino destaca que los polígrafos son "validados por los Departamentos de Justicia y Defensa de Estados Unidos y cuentan con la certificación de la Asociación Americana de Polígrafos".