No es muy habitual que las grandes empresas de tecnología se comparen directamente con sus competidores. Lo hacen, pero casi siempre con sugestivas menciones. Sin embargo, la semana pasada Microsoft se animó y en la presentación de sus nuevas computadoras Surface dijo dos cosas. En primer lugar, aseguró que contará con “los dispositivos más inteligentes y rápidos de la historia” y, en segundo término, no titubeó al decir que serán “más rápidas que las últimas Macbook Air”, aludiendo al producto estrella de Apple.

Compararse con las Macbook Air no es aleatorio y esta vez Microsoft está seguro que puede tener equipos a la altura de esta categoría de computadoras líder en ventas para Apple. En 2020 comenzó una verdadera pesadilla para las computadoras con Windows por la aparición de Macbooks con procesador M1, una tecnología desarrollada por la compañía de la manzana y que sería un éxito de ventas y crearía un nuevo estándar en velocidad, procesamiento y duración de la batería. Todo lo que se pide de una computadora portátil.

Este lanzamiento tiene, entonces, un tinte de revancha de la empresa que supo masificar la utilización de este tipo de dispositivos y como muchos, ahora tiene una fuerte apuesta por la integración con inteligencia artificial. Microsoft promete revolucionar la utilización de laptops gracias a su nuevo producto Copilot Plus: se trata de una inteligencia artificial que estará disponible en el propio hardware de la computadora para no depender de la conexión a internet. Es decir, tendrá un asistente en el procesador del equipo que ayudará a los usuarios a generar contenidos como ya lo hace en productos digitales como el buscador Bing o Copilot. De esa manera, los usuarios podrán redactar correos, documentos, presentaciones y hasta ordenar su agenda diaria gracias a un motor propio de IA que recolectará información personal. Según los directivos de Microsoft, esta información estará solo disponible para los usuarios y no será compartida en ningún momento de manera online. Esta novedad, llamada “Recall”, funcionará como una memoria permanente de todo lo que hacemos en la computadora, ya que el asistente es capaz de entender el contenido de la pantalla.

Más allá de la potencia que ofrecerán los nuevos equipos Surface, se trata de un cambio radical en la que Microsoft concibe a sus equipos. La IA ya no será sólo un asistente disponible en internet, sino que estará conectado a un equipo portátil, y más precisamente a un componente físico. Si hace algunos años nos sorprendíamos por la integración que comenzaban a tener las cosas con internet; como autos, relojes, hasta ropa, entre otros; comenzamos a ver cómo la IA se convierte en algo tangible y accesible más allá del acceso en la nube. Es decir, no terminamos de surfear la ola que se denominó “el internet de las cosas”, que comenzamos a ver cómo la IA aterriza en objetos en un hito que podría ser el primero de una tendencia a que, de nuevo, los autos, los relojes y hasta la ropa, en los próximos años tengan su propia IA.

Al mismo tiempo es un cambio de paradigma del propio Windows, un sistema operativo que tuvo su primera versión a fines de la década de los ochenta y que supo renovarse para mantenerse vigente en una de las industrias más competitivas y que ahora vislumbra un nuevo escenario en que trabajar con computadoras no solo será una experiencia visual, sino también orientado hacia un asistente para todo tipo de tareas. Un asistente que, por lo menos en esta serie de computadoras, podrá hacer traducciones en vivo, resoluciones de alta calidad en video, potenciar la experiencia con videojuegos y tener la mejor performance para procesar audio, gráficos y cualquier tipo de dato. Todo esto gracias a una unidad de procesamiento neuronal (NPU) de Qualcomm, una de las marcas más prestigiosas de microprocesadores.

Acer, Asus, Dell, HP, Lenovo y Samsung son algunas de las marcas que también lanzarán estas nuevas “PC Copilot Plus” con micros Qualcomm, capaces de procesar más de 45 billones de operaciones por segundo en funciones específicas para IA. Una gran movida de Microsoft con sus aliados para golpear a Apple, un gigante que por ahora parece dormido en la batalla de los asistentes o la generación de contenido artificial. Una siesta que puede ser letal en esta carrera digna de alquilar palcos.